En este desgraciado país, tenemos por norma que en lugar de luchar por destacar y alcancar cierto grado de excelencia por nuestros medios y desde nosotros mismos, lo que hacemos es despotricar contra el que destaca y es excelente. Así, si alguna cabeza sobresale del rebaño, se la corta y así todos nos creemos estar en posesión del más alto grado.
Menos quejarnos de la situación de los demás y tacharlos de "privilegiados" (que aquí, lo mismo que "intelectual", es poco menos que un insulto), y más protestar por la propia situación y luchar por conseguir privilegios (siempre y cuando sean razonables, claro).
Ahh, no, que luego "nobleza obliga" y hay que hacerse merecedor de esos privilegios. Y eso cuesta esfuerzo. Y el esfuerzo no es precisamente nuestro fuerte.
Porca miseria!
1 comentario:
¡CUANTÍSIMA RAZÓN TIENES!
No tengo, puedo, ni quiero más que añadir. punto.
Salud!
Publicar un comentario