jueves, 30 de julio de 2015

Genéricos

Cuidémonos de los genéricos: el pueblo, los desposeídos, el proletariado, la nación... y sobre todo de los que en su nombre hablan. Son apisonadoras que nos quieren mutilar y cortar la cabeza.

lunes, 27 de julio de 2015

Le Tour review

Recopilemos el Tour, ahora que ha terminado. Para empezar, lo he podido ver casi al completo, lo cual ya de por sí es algo a destacar.  (al trabajar por turnos, algunas tardes no me es posible plantarme ante el televisor, pero este año se ha dado una conjunción que me ha dejado ver la grandísima mayoría de las etapas). Y he estado de suerte, porque ha sido un Tour emocionante, aunque por momentos amenazaba con convertirse en algo armstrongiano (es decir, dominadísimo por un líder muy sólido que en ningún momento muestra señales de debilidad). Porque en los Pirineos Froome se mostró intratable, pero luego en Alpes ha flaqueado y ha parecido posible que Quintana le arrebatara la carrera (le ha venido de un escaso minuto y cuarto, y siempre cabe pensar que ha sabido manejar bien la ventaja adquirida, pero la sensación que ha quedado es de que si no llega a ser por su equipo, el Sky, por sí mismo, no lo hubiera logrado). Las últimas etapas han sido de una gran emoción al ver flaquear al maillot amarillo y la épica de que el pequeño colombiano pudiera darle la vuelta a la general ha estado muy cerca, y aunque no lo haya conseguido, lo ha intentado, postulándose muy en serio para próximas ediciones (es más, me decepcionaría si no gana algún Tour). 

Por lo demás, la primera semana, más nerviosa, con sus típicas caídas, que han obligado a que dos líderes (Cancellara y Martin), algo que no es nada común (como mucho, han tenido que irse serios aspirantes, como el año pasado Contador y Froome). La etapa del pavés, espectacular, así como el paso por los campos en los que se desarrolló la batalla de Somme en la I Guerra Mundial (es algo que me encanta, cómo integran los franceses el deporte con su historia y su paisaje, convirtiendo el Tour en algo que trasciende lo meramente deportivo). Luego llegaron los pirineos, con el golpe en la mesa de Froome, dejando atrás a todos los demás aspirantes. Tras unas etapas más "de transición", llegaron las cuatro alpinas, con el gran descubrimiento de los Lacets de Montvernier, espectacular carretera (que no fueron de gran lucha ciclista, pero aun así fueron un gran espectáculo estético, y este deporte tiene mucho de estético). Finalmente, el Alpe d'Huez el último día. Esto es algo que me gusta, el dejar emociones y espectáculo para el final (o al menos hacer posible que así sea), dándole algo de emoción al asunto. La Vuelta y el Giro llevaban unos años siendo más emocionantes y disputados que el Tour, que amenazaba con quedarse atrás, anquilosado en las fórmulas que antaño le habían dado gloria, pero han sabido adaptarse y poner más finales en alto y más rampas duras para favorecer la vistosidad (aunque ciertamente, esto conduce a que toda la cerrera se vuelque en la parte final, televisada, en detrimento de aquellas viejas escapadas épicas). Y al final, París, que todos los años es lo mismo (etapa lenta, de homenaje para los ciclistas, que acaba al sprint), pero que disfruto como un enano (más por la postal que es la capital francesa que por otra cosa). 

Respecto a los españoles, muy bien por Valverde, que ha quedado tercero. Debo decir que me gusta más que Contador, que cuenta con el favor mediático que le otorga el haber ganado 7 grandes (los mismos que Induráin, y sin contar el Tour que le quitaron por el asunto del "filete"). Pero tiene el defecto de que siempre va a por las grandes, planteando lo demás como un entrenamiento (sin llegar, eso sí, al extremo vergonzoso de Armstrong, que prácticamente sólo corría para ganar el Tour), mientras que Valverde corre muchas pruebas y hace por ganarlas, teniendo muchas clásicas en su palmarés (y además, ha quedado muchas veces al borde del pódium en las grandes). Así que bien merecido lo tiene el murciano (además, su quipo, el Movistar, ha ganado la clasificación por equipos). Y luego está Purito, con sus dos etapas, también bien merecidas, aunque por momentos nos hizo creer que podría ganar una tercera y asaltar el maillot de la montaña. 

En defintiva, que ha estado muy bien, y que ya queda menos para el próximo. 

domingo, 26 de julio de 2015

Georges Brassens. Supplique pour être enterré à la plage de Sète

A propósito de Krahe, su maestro Brassens y la muerte, he aquí la súplica de este para ser enterrado en la playa de Séte.



PD 1: ¿es posible que esta canción inspirara a Serrat los versos de su Mediterráneo en los que pide que se le entierre "sin duelo, entre la playa y el cielo"? 

PD 2: Aprovechando que hoy termina el Tour, hace un par de años el pelotón pasó junto al cementerio donde Brassens está enterrado (no, su súplica no fue atendida). 

jueves, 23 de julio de 2015

La verdad conspiranoica

Un conspiranoico es un optimista, porque es preferible pensar que todo es un montaje a que todo sea así de verdad. O eso o es alguien que prefiere creer que vive engañado para no afrontar esa verdad. 

miércoles, 22 de julio de 2015

El olímpico amateur

Hace tiempo que se nos ha ido de las manos lo de hacer ejercicio. No vamos a negar que el deporte está bien, que te hace sentir mejor y que ayuda a mejorar algunos aspectos de nuestra salud (o al menos a que tarden más en empeorar). Yo mismo soy el primero que el día que por lo que sea no puedo ir al gimnasio tengo remordimientos. Pero esto de ponerle nombres resultones a los deportes (llamar running al correr de toda la vida), aderezarlo todo con aparatitos (pulsómetros molones con mil y una posibilidades) y medidas dietéticas (lo de los batidos de proteínas tiene delito, y no hablemos ya de las barritas energéticas), como si fuéramos deportistas de élite, entra en el terreno de lo pedantesco. Si además le añadimos la compulsión a hacer careras cada vez más largas y complejas (10km, media maratón, maratón, ultratrail, triatlon...), ya entramos en lo patológico. Dirán que si la superación, que si los retos, que si los límites... Como si sólo los que hacen estas cosas se superan, exploran sus límites y se retan. 

El otro día, a modo de provocación, plantee a un colega que está muy metido en estos temas que el siguiente reto sería hacer un triatlón hacia atrás, y que si no lo hacía era un parguela. Pues bien, tengo que tragarme mis, palabras, porque ya está aquí el retro-running, la nueva panacea, el nuevo ejercicio supercompleto que deja a todos los demás en mantillas (hasta que a alguien se le ocurra que hacer maratones de rodillas mola más). Prepárense a ver a gente corriendo hacia atrás por sus avenidas y paseos marítimos, con su barrita energética y unos buenos retroviosores equipados con GPS y conversor de euro. 

martes, 21 de julio de 2015

lunes, 20 de julio de 2015

Bloqueo

Saberte bloqueado. Saber que hay una barrera que no quieres saltar. Te autoengañas: te dices que eres incapaz. Pero sabes que no. El miedo, o la comodidad, o mil y un causas posibles, te enclaustran en una postura que a lo mejor no es cómoda, pero a la que te acabas acostumbrando. Puedes hacerte daño, mucho daño. Y hacer daño a los demás. Pero aún así no avanzas. Sabes que lo que espera después no es negativo, y sabes lo que tienes que hacer. Pero sigues sin avanzar. La situación misma del bloqueo te agobia, pero te atrapa. Inmovilidad y angustia. Haces planes, planteas posibilidades, te das ánimos. Y no haces nada.

Mañana me pongo. 

viernes, 17 de julio de 2015

Visitas restringidas

A ver si nos enteramos: a la gente no la ingresan en los hospitales para que la vayan a visitar, sino para cuidarla y curarla. Y a veces las visitas son contraproducentes.

martes, 14 de julio de 2015

Bipolaridad financiera

Ahora que nos bombardean todos los días con datos económicos y que se consulta la bolsa como si fuera un oráculo, confieso que no alcanzo a comprender la tendencia bipolar que se manifiesta. Se pasa del pánico a la euforia en un instante, y un rumor les basta para dispararse o hundirse. Visto desde fuera, y para alguien que intenta no dejarse llevar por impulsos repentinos y que sigue el "nada en demasía" délfico, resulta perturbador e inquietante, puesto que fiarlo todo a algo poco menos que histérico no me parece lo más adecuado. 

lunes, 13 de julio de 2015

Krahe in memoriam

Se nos ha ido Krahe. Nos hemos quedado huérfanos. De él y de Brassens (era una especie de continuación suya). Le admiraba profundamente, por sus versos y por sus maneras. Tenía algo de aquellos filósofos de la antigua Grecia que, tal y como decía Nietzsche, predicaban a través de sus vidas. Y la suya ha sido un ejemplo de lo que es el buen vivir: trabajaba lo justo (detestaba las giras veraniegas, es más, no las llevaba a cabo, él actuaba en invierno) pero lo hacía bien, con esa ligereza que tienen las cosas bien hechas que hace que parezcan simples. Buen bebedor y fumador, admirador de las mujeres (aunque fue hombre de una sola mujer, medio francesa, a la que expulsaba de casa cada dos de mayo para rogarle que volviera el día tres, según narró en una canción), rodeado siempre de buenos amigos. Irónico, sardónico, mordaz, e irreverente. Alguien que supo salirse siempre por la tangente y no caer en los tópicos de los cantautores, aunque como todos, predicaba, pero lo hacía a su manera, y eso ya es mucho. 

A veces sus letras tenían un punto soez (el mítico "no sé tus escalas, por lo tanto eres muy dueña, de ir por ahí diciendo que la tengo muy pequeña", o el genial "mi esposa padece furor uterino, no damos a basto ni yo, ni el vecino), y no se cortó un pelo ante nada, siempre dándole un giro peculiar a todo. Sufrió las iras de la izquierda (aquel Cuervo Ingenuo que le significo el ostracismo felipista en los 80) y de la derecha (más recientemente, por la publicación de un vídeo sobre como cocinar un Cristo), algo que en buena medida le rebajó la fama que hubiera podido llegar a alcanzar. Pero a él no le importaba y lo llevaba con resignación y elegancia (y sorna, claro). En realidad, no necesitaba más. 

En tres ocasiones pude verle en directo. Como suele ocurrir con este tipo de personajes, no era un gran intérprete (no cantaba bien, ni tocaba ningún instrumento salvo el kazoo, ni eran vistosos sus espectáculos). En él todo iba centrado en las letras: con unos versos y rimas perfectas, bien estudiadas y trabajadas (por lo visto era algo que le obsesionaba), aunque sus temáticas fueran frívolas y ligeras (que no siempre lo eran, o mejor dicho, escondía sus tesoros y reflexiones tras alegres velos). Había que estar atento a lo que decía, y ahí estaba lo hipnótico, todo el mundo escuchando, en un silencio sólo roto por las carcajadas que sus ripios y sus dobles sentidos provocaban. Las tres veces lo disfruté mucho. 

Tal vez no era muy popular, y mucha gente no sabía quién era. A él no le importaba y casi le agradaba que así fuera. La cuestión es que sí cuenta con la admiración, el respeto y el reconocimiento de muchos que sí son muy populares, tanto en el mundo de la canción como en el del humor, por lo que podemos decir que indirectamente sí que ha llegado al gran público a través de aquellos en los que influyó y que fueron sus amigos. 

Podría poner algún video, o recomendar una lista de canciones. Pero no. Busquen ustedes y escúchenlo todo. O no. Hagan lo que quieran. Es lo que él les diría. 

viernes, 10 de julio de 2015

Independientes

A veces pienso que el "indi" de la música indie no es por independientes, sino por indigestos. Que han hecho de su capa un sayo y del rechazo de todo el mundo una virtud.

jueves, 9 de julio de 2015

Va de referéndums

Ahora que se han puesto de moda los referéndums, quiero hacer varias reflexiones sobre ellos. No me gustan, puesto que se venden como el colmo de la democracia y yo tengo mis dudas de que así sea. Es verdad que se articula un cierto debate en la sociedad gracias a ellos, y permiten participar en algunas decisiones. Sin embargo, estas decisiones son aquellas que los gobernantes que plantean el referéndum quieren, y en la forma que ellos quieren, con lo que la supuesta democracia queda reducida a un instrumento en manos del poder. Por un lado, está la cuestión de la respuesta, que normalmente sólo nos da dos alternativas que anulan cualquier clase de matiz que se pueda dar (claro que muchas veces las preguntas son muy concretas: ¿quieres esto, sí o no?, pero aún así se pueden decir muchas cosas al respecto). Por el otro, está la idoneidad del momento, ya que según cuándo se vote, el resultado puede ser muy distinto. Me explico: pongamos por caso que se plantea un referéndum sobre la pena de muerte a los terroristas, seguro que el resultado no sería el mismo si se celebra el día antes del 11S que si se celebra el día después. Y aquí entra en juego el interés de los que plantean la pregunta, que pueden hacer que el fervor por la respuesta que les interesa que salga se mantenga de forma artificial. 

Además, está la cuestión del cómo planteamos la pregunta, que puede ser más o menos confusa, amplia, interpretable, y según se entienda se puede opinar una cosa o la otra. Eso si no planteamos cuestiones psicológicas, como que nos cueste más decir que no o que sí (según el estado de ánimo, lo que nos lleva a lo que decíamos antes), por lo que plantear la pregunta de forma que lo que queremos que salga sea el sí o el no, puede modificar el resultado.

Finalmente, es tan democrático un referéndum, que no pocos dictadores los han planteado. No es una enmienda hacia los referéndums, pero es una prueba de que son algo tan fácilmente manipulable desde arriba, que los grandes totalitarios no han podido evitar utilizarlos en su favor para legitimar algunas decisiones de sus tiranías. Franco lo hizo en los sesenta. Y Hitler ratificó la anexión de Austria gracias a un referéndum (mediante la papeleta que ilustra la entrada, con un llamativo Sí dos veces más grande que el No). Claro que una democracia lo haría de una forma más elegante y menos burda, pero siempre nos quedaría la duda de si en el fondo, no está ocurriendo algo similar. 

miércoles, 8 de julio de 2015

Tópicos interiorizados

No hay nada como un tópico interiorizado, sobre todo si es "elogioso" y alimenta la autocomplacencia. Aunque creo que en los tópicos siempre hay algo de verdad, no es menos cierto que también hay una parte de caricatura y exageración a menudo interesada (como la racanería catalana, o la vagancia andaluza). Pero un tópico siempre es algo que viene de fuera, y aquellos de los que se predica han de estar al margen y limitarse a enfadarse o ignorar aquello que se dice. Porque si se toman los tópicos en serio, entonces se interiorizan, y la caricatura se vuelve grotesca y uno se cree el dueño del tópico y se vuelve insoportable. 

martes, 7 de julio de 2015

En ningún caso contemplo que ocurra

Cuando alguien se empeña en repetir una y otra vez que no va a ocurrir algo, lo más probable es que acabe pasando. Así, verbalizando lo contrario de lo que tememos, lanzándolo al aire, es como si lo conjuráramos, en una suerte de ritual mágico que busca atraer aquello que deseamos, pero que íntimamente sabemos que no va a pasar. 

lunes, 6 de julio de 2015

Cerrando círculos: Grecia (y Mesopotamia)

Mi postura ante lo que lleva años ocurriendo en Grecia es puramente estética: sería tan hermoso que la cuna de Europa fuera también su tumba, que deseo que ocurra lo peor. Seguro que no será agradable, pero será bonito y poético, y al fin y al cabo, lo que quedará para la historia será eso y no el sufrimiento. 

Otro círculo más amplio: Mesopotamia y Oriente Medio también fueron cunas civilizatorias, y también por ahí asoma la destrucción. 

sábado, 4 de julio de 2015

La promesa de cada Julio

Detesto el verano. Ya lo saben los fieles lectores y quienes me conocen. El calor, la humedad ambientales, y la pesadez de la gente en la calle creyéndose feliz por estar de vacaciones e ir con menos ropa. Si algo me lo hace más llevadero es la promesa del Tour, que todos los meses de Julio me aligeran y entretienen. Diría incluso que me refrescan, como si por ensalmo la temperatura de la alta montaña o el aire que mueve el pelotón a su paso se transmitieran al salón a través del televisor. 

Además, este año pinta bien el Tour, con cuatro aspirantes claros al triunfo (Nibali, Froome, Quintana y Contador), de los que dan espectáculo y no contemporizan tanto como otros del pasado (el infame Armstrong). Espero que sea una continuación del Giro, que he disfrutado como hacía tiempo que no disfrutaba una carrera ciclista, en el que incluso las etapas a priori aburridas fueron trepidantes. También la última Vuelta estuvo muy bien, así que espero que este Tour que empieza esté a la altura de lo que su nombre significa: épica y espectáculo. 

No me gustaría llegar a París decepcionado. 

jueves, 2 de julio de 2015

De los nuevos evangelios y sacerdocios

De un tiempo a esta parte el mundo se ha llenado de movimientos que reivindican cosas. La sensibilidad de las gentes va cuajando en distintas tendencias que hacen sus campañas para lograr derechos, modificar leyes y así lograr sus metas. Es algo deseable en democracia. Pero la cuestión es que a veces, tras el ideal pro algo, se esconde una furia anti que suele ser más virulenta y apasionada que la que muestran hacia lo que defienden. Tiendo a pensar que en realidad se trata de una coartada para sus linchamientos, y algo muy sintomático de lo que opera detrás: rabia, resentimiento e incapacidad. 

Comprendo que toda opción tiene su lado negativo y se enfrenta a otras opciones contrarias, pero subrayar la tuya a base de denigrar a las otras demuestra que en realidad eres endeble, que no tienes fuerza para imponerte a las demás y lo único que puedes hacer es señalarlas con el dedo y condenarlas. Y claro, luego, cuando toca administrar lo conseguido, o cuando se toca poder (porque en última instancia todo esto es cuestión de poder), se cometen torpezas y desaguisados esperpénticos. 

Si a ello le añadimos que además, muchos de estos colectivos, digamos "anti", se erigen en defensa de terceros o colectivos abstractos que no pueden defenderse o que quedan lejos de nuestro ámbito (léase animalistas, propalestinos, ciertos feminismos...), tenemos el perfecto cóctel que crea evangelizadores furibundos, predicadores de la dignidad y sacerdotes que braman contra el pecado original y condenan a las llamas del infierno a todo el que no comulga con ellos. No tienen religión como tal (es más, suelen tener en común una fobia anafiláctica hacia la religión), pero son iguales a los sacerdotes que tanto detestan (y posiblemente los detesten en la medida en que compiten por un mismo nicho)