Una de las dinámicas perversas en las que andamos metidos consiste en andar calculando las pérdidas de determinados fenómenos. Pasa algo y en seguida nos están contando lo malo que va a ser y las pérdidas que va a generar. En primer lugar, nos hablan de esas pérdidas cuando el suceso está aún en marcha y no es posible calcular su alcance. Por lo demás, esas pérdidas están basadas en una expectativa, y en realidad no son tan pérdidas, sino que son una simple diferencia entre lo que se esperaba ganar y en realidad se ha ganado (claro, así el balance sale negativo). ¿No se parece esto a construir castillos en el aire?
Finalmente, por aquello del "no hay mal que por bien no venga", lo que unos "pierden", otros lo ganan. Por ello, no estaría mal que, en lugar de hablarnos de pérdidas y efectos negativos, nos contaran lo que de positivo tengan las cosas. O al menos que le den una oportunidad a los beneficios.
1 comentario:
Es un poco como lo de la crisis en el sector del automóvil: no es que ahora vendamos poco, es que antes vendíamos demasiado.
Salud!
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