viernes, 31 de agosto de 2007

Metafísica


El estar en la brecha (entiéndaseme, no en la actualidad, en primera línea, sino en la escisión, en lo hueco, ni aquí ni allá, en la frontera) hace que necesitemos un asidero, que busquemos una base que nos sostenga. Y como no la encontramos en un mundo absurdo, la vamos a buscar más allá de él. La metafísica es propia de individuos y de épocas sin fundamento, que no se contentan con lo que hay, o que sienten (a menudo antes que todos los demás) que el suelo ha desaparecido, y en medio de la caída buscan algo a lo que agarrarse. O, sencillamente, se trata de gentes y épocas atormentadas que huyen, que querrían ser de otra manera, que no se conforman y que sufren, y que en ese más allá (en estos casos suele tratarse de un más allá fijo y constante, seguro) encuentran un medio para olvidarse del problemático más acá. A menudo hay un poco de todo, de hastío y de vacío.

2 comentarios:

Jarttita. dijo...

Nota: Mil disculpas por mi olvido de sus/nos islas... Pero dado que estamos como estamos, no me lo tenga en cuenta. CUlpa de google, que pone las imágenes así de mal!!!!:P.

Johannes A. von Horrach dijo...

Estar en la brecha (o en el entre, la distancia, la escisión) y no saberlo, o bien estar con conciencia de ello. Creo que sólo hay estas dos posiciones posibles. Esto es como lo que decía Tolstoi de las familias felices o o infelices: que en las primeras (el no saber que se está en la brecha) todas se parecen, pero que en las segundas, las desgraciadas (las que tienen conciencia de la brecha) son todas diferentes.