Algunos días te levantas ligero, con fuerzas para lo que sea. Las cargas que ayer parecían tan pesadas se vuelven nimias, incluso se llevan con ganas y placer. Hasta te atreverías a hacer cosas que otros días parecen imposibles. No sé si tendrá que ver con el sueño. Y tampoco sé si hoy es uno de esos días.
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