El uso de la tecnología es muy unidireccional. Se hace con un fin, para solucionar un problema u optimizar una actividad. Sin embargo, la introducción de aparatos puede entorpecer otros aspectos o ámbitos. Se hace entonces necesario balancear, calcular en la medida de lo posible las ventajas y perjuicios. Pero sucede que los que implantan los nuevos sistemas, a fuerza de pensar en "modo tecnológico", son tan unidireccionales como sus máquinas, se centran en una cosa, dejando de lado todo lo demás, que se convierte en accesorio o simplemente invisible, cuando puede que sea lo central.
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