Hay algo extraño en los exámenes. Eso de estar a merced de un individuo o varios que escrutan lo que haces es perturbador. Aunque en realidad siempre estamos sometidos al escrutinio de los demás, en un examen la cosa se hace explícita, entrando en unos parámetros de formalidad a los que no estamos muy acostumbrados. La cosa tiene algo de juicio, nuestro futuro, en ciertos aspectos, está en juego, y la sensación es de que no depende de nosotros en el mismo grado que en otras ocasiones. Por eso, aunque la prueba sea trivial, siempre hay una cierta inquietud, por mucho que uno esté acostumbrado a examinarse.
6 comentarios:
Tila, pez, una buena tila antes de entrar al exámen... mano de santo, que se lo digo yo.
Saludos!
Eso valdría si tuviera que presentarme a algún examen, pero ya no es el caso.
Bueno, ¿y qué tal la cosa? ¿Habemus funcionarium?
Pues aún es pronto para decir nada (sólo he hecho el examen y se han publicado las respuestas correctas, y aún queda la fase de concurso), pero quiero creer que tengo algunas posibilidades (aunque podría haber sacado mejor nota en el examen de no leer tan rápido, lo he aprobado con cierta holgura).
Mucho animo y espero que seas todo un señor funcionario dentro de poco
Gracias stones, yo también lo espero. Ahora mismo la suerte ya está echada, y las últimas noticias son alentadoras. A ver lo que pasa.
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