Varias estampas femeninas han llamado mi atención en las últimas jornadas. Una de ellas es la de la nieta del Che, que se ha metido a humorista:
Nunca he sido de tener pósters, pero pondría antes uno de esta moza que el famoso de su abuelo (además se añade el morbo de que tiene un notable parecido con una conocida, a la que voy a tener que empezar a ver con otros ojos, si es que alguna vez la miré de otra manera). ¡Quién fuera zanahoria!.
Y siguiendo con la mafia, la otra vino desde el capítulo doceavo de la primera temporada de Los Soprano. Se trata de Maria Grazia Cucinotta, que aparece como alucinación del atormentado Tony Soprano:
No fue el pobre Tony el único en sucumbir a sus encantos (desgraciadamente, no se parece a ninguna que yo conozca). Del mismo capítulo, se me quedó grabada la escena del tiroteo (la pongo aquí para no chafársela a nadie que no la haya visto y no quiera que le destripe nada), sobre todo por el excelente acompañamiento musical del Tiny tears de los Tindersticks:
Son pequeñas cosas que se han quedado enganchadas en mis redes neuronales, y que han acudido no pocas veces a la memoria (a saber qué estropicios habrán cometido en mi subconsciente).
No fue el pobre Tony el único en sucumbir a sus encantos (desgraciadamente, no se parece a ninguna que yo conozca). Del mismo capítulo, se me quedó grabada la escena del tiroteo (la pongo aquí para no chafársela a nadie que no la haya visto y no quiera que le destripe nada), sobre todo por el excelente acompañamiento musical del Tiny tears de los Tindersticks:
Son pequeñas cosas que se han quedado enganchadas en mis redes neuronales, y que han acudido no pocas veces a la memoria (a saber qué estropicios habrán cometido en mi subconsciente).
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