jueves, 31 de julio de 2008
Trabajando en equipo
Todo el día llenándonos la boca hablando del trabajo en equipo. Que si cada uno realiza sus funciones y entre todos sacamos adelante al enfermo, porque en última instancia es para él para quien trabajamos. Bien, muy bien. Pero al final, la sensación es que, para lo único que sirve es para que quien se siente en un plano superior se calle como una puta y la culpa caiga sobre quien cree que está por debajo.
Igual que el movimiento, que se demuestra andando, el trabajo en equipo se demuestra trabajando en equipo, y no sólo apostolando sobre su conveniencia y maravillosos resultados.
Al final me quedo con una sabia frase que circula por ahí: "enfermería es el toro que mató a Manolete".
PD ajena: si el Mal tiene un rostro, me he cruzado con él hace unas horas.
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10 comentarios:
Y dígame, amigo Pez, ¿tenía ese rostro algunos rasgos ctónicos?
El Mal también existe y a veces tiene cara de enfermera.
El trabajo en equipo también existe, y los errores que los hay porque somos personas y a veces nos equivocamos, no se echan al primero se cruza, al más débil o al que tienes a mano.
Los errores se analizan en el momento adecuado sin culpabilizar a nadie con el objetivo de que no volvamos a cometerlos. Eso es lo que hace un buen equipo.Ya te he dicho que los equipos son escasos pero existen.
No, Horrach, no tenía rasgos ctónicos ese rostro.
Tona, no dudo que haya buenos equipos, lo que pasa es que yo no conozco ninguno. A lo mejor es que yo, con mi actitud cínica e individualista (escaldado de tanta buena voluntad y teorías vanas que al final sirven para lo que sirven, para poderse medallas que no se merecen y para pisotear y humillar) pongo pocas facilidades...
Y no nos confundamos, que en realidad esto no tiene que ver con la enfermería.
Saludos.
AAAINNNSSSSS!!!!
Menudo rebote amigo pez!
Sepa usted que en la empresa privada esto de los problemas con el MAL llamado trabajo en equipo es un virus que afecta a todos y muchas veces a los que estamos en un supuesto "plano superior" pagamos por quienes no realizan bien, o directamente no realizan su trabajo.
Esto es como en el fútbol: si falla el equipo, echan al entrenador.
A ver, a ver, que lo del rostro del mal no tiene nada que ver con lo otro (ya lo digo, es una postdata ajena a lo demás). Fue sólo alguien con quien me cruce por la calle y cuyo rostro no puedo olvidar (era la maldad en estado puro, al menos es el pensamiento que me inspiró). Quedé tan impresionado que tenía que reflejarlo en algún lado.
Pues igual era una bellísima persona. Las apariencias a veces...
Es cierto, yo (¿o debería decir tú?), pero sólo fue un cruzarse por la calle, y la impresión fue lo único que me quedó. En cualquier caso, no le estoy atribuyendo esa maldad a la persona, sólo al rostro, que quedaría muy bien como el del malo en alguna película).
Pez Martillo, he debido interpretar lo de “El Mal hecho persona” por experiencia propia.
Para que un grupo de personas funcionen como un equipo es necesario que los objetivos estén claros y no hace falta que éstas tengan muchas cosas más en común. Quizá sí que se deben dar unas condiciones mínimas entre las personas que lo forman, si uno no quiere no hay nada que hacer.
No soy nada gregaria pero tengo claro que parte de mi trabajo se debe realizar en equipo.
Yo odio los trabajos en equipo. Si quieres que un trabajo en equipo salga bien, has de hacerlo tú todo. Y si algo sale mal no dudes de que habrá sido únicamente por tu culpa.
Lo del mal, por cómo lo cuentas, me ha recordado al hombre de la multitud que interesó a Poe, y que al final terminó por mostrar su cara, muy trabajada por maldad y vicios.
El problema del trabajo en equipo es que casi siempre es una imposición de aquello que se quiere hacer. Quiero decir, que la naturaleza de los objetivos hacen que se tenga que trabajar de forma coordinada. Y es verdad, lo mejor es hacer las cosas tú solo, pero teniendo en cuenta que después de ti vendrán otros que tendrán que continuar con la tarea (al menos en mi profesión).
Me ha gustado esa reminiscencia de Poe, en la que no había pensado.
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