Me parece absurda la discusión en torno al adoctrinamiento en las escuelas. Porque es evidente que lo hay. No me refiero a que algunos profesores enseñen sus cosas impregnadas de su ideología con el fin de asegurarse una línea sucesoria para sus delirios, que también (los he padecido y conozco bastantes ejemplos de primera mano). Me refiero al moldeamiento, a la poda que se produce en los niños, en llevarlos por una senda y otorgarles una cierta uniformización (que querríamos amplia, cierto es). Se trata de que llegados a una edad, ponemos a nuestros hijos en manos del estado, que junto a los conocimientos (en teoría, la función de la escuela), transmiten muchas otras cosas: valores, actitudes, modelos... y los que se transmiten no son casuales ni inocentes. Obviamente, se aspira a la neutralidad política (a la neutralidad respecto a las opciones que hay en la sociedad) y así debería de ser, pero unos mínimos inevitables siempre hay al intentar socializar y domar a las fierecillas salvajes que son los críos.
Así que sí, educación y adoctrinamiento son prácticamente sinónimos, lo uno llama a lo otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario