martes, 4 de enero de 2011

Pescadores de lo extraño

Del mismo modo que hay gente que parece atraer la mala suerte, los hay que se ven envueltos en situaciones truculentas y extrañas. Aunque no quieran, acaban participando en los más raros sucesos. Luego las cuentan y siempre tienen alguna batallita que relatar para entretenernos. A veces puede decirse que se las buscan, pero en muchas ocasiones se topan de bruces con ellas.Todos conocemos a alguno de estos personajes, esos a los que no pocas veces les habrán dicho eso de "lo que no te pase a ti...".

Luego estamos los anodinos, los que nunca nos pasa nada digno de interés. Ni siquiera al ir a comprar. Todo es previsible. O no, pero no tenemos las antenas preparadas, la disposición adecuada, no llevamos puestas las "gafas para ver lo raro". O luego no sabemos literaturalizarlo para contarlo a los demás, puesto que a veces es más importante el cómo lo cuentas que el suceso en sí.

6 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

ejem, creo que puedo sentirme un poco aludido.

¿Recuerda un guía estupendo que nos deleitó con sus conocimientos y experiencias una tarde-noche valenciana? Creo que ese día me transmitió sus poderes oscuros, su radar de truculencias y bizarrismos varios, porque desde entonces no paro...

El Pez Martillo dijo...

Jajaja, aunque usted últimamente sea uno de esos "pescadores" (que más que pescadores, lo cual implica intencionalidad, es que se encuentran con lo raro, sin buscarlo en la mayoría de ocasiones), usted no es el único que conozco. Es más, mi caso es el de algiuen que atrae y aglutina a gente a la que le pasan cosas extrañas...

Por lo demás, ¿cómo olvidar a ese magnífico guía y la amabilidad que tuvo para con nosotros?

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Pues sí, lo cierto es que no las busco (me pasa también con mi faceta 'Mariñas uibera', que me llegan las noticias). Yo estoy en mi zulo tan tranquilo con la tesis, y me sacuden las apariciones malignas y desastres varios (esta semana he recopilado algunos muy buenos en cierto caserón cercano a su reciente lugar de trabajo).

De nuestro guía valenciano: ¿Recuerda esa historia que nos contó de un encuentro con cierta chica a las tantas de la madrugada y la posterior peripecia de tintes gangsteriles? Pues todo lo que contaba él en el foro que ambos frecuentábamos (él y servidor) eran de similares características, todo estrañísimo. En su deambular por Valencia a lomos de su Vespa, en plan Nanni Moretti en 'Caro diario', parecía atraer a todos los frikis de la ciudad.

PENSADORA dijo...

JEJEJE! también estamos los del punto medio, que nos pasan algunas cosas pero no sabemos contarlas con gracia, a pesar de que nosotros mismos nos riamos a carcajadas de nuestra suerte...

Y sí conozco a varios de estos ejemplares, suelen ser la alegría de la fiesta.

Saludicos!

El Pez Martillo dijo...

Jejej, sí que me acuerdo de la anécdota con la moza valenciana. Y hablando de valencianos, ¿qué me dice de nuestro colega, el del "niño interior" y sus peripecias amatorias (se le rompe la cama, liga con chicas a las que han drogado otros para violarlas...)?

Pens, ciertamente, la cosa no basta con que te pasen cosas, sino que además hay que saberlas contar. A veces una historia de estas es mucho mejor que un chiste.

Salud!

Anónimo dijo...

Anecdotario filosofico-sórdido, el vuestro, digno de Tibor Fischer...

;)

Saludos i bon any.

Novell.