Me resultan siniestros esos programas de televisión en los que vemos niños haciendo cosas más propias de adultos: cantar, bailar, cocinar (no es que los niños no lo hagan ni lo puedan hacer, sino que lo hagan con esa "madurez" y "profesionalidad"). A parte de que sean más o menos repelentes, siento al verlos que se les está explotando (las cadenas y sus progenitores). Y no sé, es perturbador ver a los niños como adultos pequeños y no como niños, haciéndoles adoptar actitudes adultas.
Esto contrasta con los comportamientos infantiloides de los que los mayores hacemos cada vez más gala. Se está produciendo un aplanamiento. No es que esos niños sean más maduros, es que a lo mejor somos nosotros que somos más infantiles.
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