Para ilustrar el reciente día de difuntos traigo esta canción de velatorio. Se trata de una tonada que recuerda los antiguos velatorios de niños. Resulta que antaño, a los niños menores de 7 años que morían se los velaba durante varias noches, cantando y bailando. Incluso se llegaba a bailar con el cadáver. Se creía que así el alma del niño se convertía en un ángel protector para la familia.
Hace unas semanas acudí a verlos en directo. Interpretaron esta canción y explicaron su origen y significado. Se hizo un silencio denso y sepulcral. Tanto, que terminaron y pasaron unos instantes hasta que alguien se atrevió a iniciar los aplausos.
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