martes, 21 de abril de 2009

El descanso del guerrero


¿Cuántas veces nos ocurre que, tras una temporada de trabajo duro o esfuerzo inhabitual, justo en el momento en que bajamos el ritmo y podemos relajarnos, caemos enfermos? Parece como si la actividad, el estar embarcados en algo, nos mantiene a flote, y luego, al perder lo que nos tensionaba, lo que exigía lo máximo de nosotros, perdiéramos asidero y nuestro cuerpo (nosotros), al bajar la guardia, se viera más vulnerable, o se dejara llevar más fácilmente (como si, falto de ocupación, se buscara el entretenimiento de la enfermedad).

5 comentarios:

PENSADORA dijo...

Pos sí, pez, es algo como muy común ¿verdad?...

De hecho, me temo que yo misma estoy en un momento de estos, tras las obras de mi piso, las pruebas de coches, auditorias y compromisos varios... llevo dos días medio muerta y tengo mis serias dudas de si no ando un tanto anémica... habrá que pasar por la consulta como esto siga así.

Ya vuelvo a necesitar vacaciones y si es posible, regresar a la isla que tan bien me sienta... ¡ains!.

El Pez Martillo dijo...

Vaya, espero que sea sólo un poco de astenia primaveralis, que anda todo el mundo un poco de capa caída, y que no tengas que llegar a ir al médico, que son muy mala gente.

Yo la semana pasada la tuve un poco tontorrona, en parte porque no di ni golpe (tengo una especie de minivacaciones, aperitivo del mes de junio, que lo tengo enterito de vacaciones, jejeje).

Musa en primavera dijo...

Pues si me aceptan un consejo, (ya se que no debería darlo sin que me lo pidan, pero en fin... está en mi naturaleza) tomen Ceregumil. Es del todo natural, y les aseguro que funciona.
Usted amigo Pez, ya me ha escuchado hablar varias veces de las bondades del Ceregumil, como ve, sigo predicándolas.
Sinceramente, creo que es mucho mejor que cualquier pastilla milagrosa que puedan anunciar tipo Farmaton y similares.
Y lo dice una asténica crónica.

Salud!

Johannes A. von Horrach dijo...

Oigan, pues si la musa-vampírico-ctónica-ibicenca se permite el lujo de recomendar remedios milagrosos, herr doktor no va a ser menos: la palabra es Berocca. Mano de santo.

El Pez Martillo dijo...

Musa, la he escuchado hablar y la he visto tomar Ceregumil (incluso una vez fui con usted a la farmacia a comprarlo, jajajaj), pero, sinceramente, creo que el poder de este producto reside en que tiene etanol (alcohol).

Puestos a recomendar panaceas, ahí van unos cuantos nombres: Johnnie Walker, Jack Daniels, Heineken, Brugal, José Cuervo, Guinness...

Saludos.