Otro por quien aquí sentimos devoción es Jack White, la última gran esperanza del rock en una época en la que anda más muerto que nunca (o al menos ya no es tan influyente ni presente como en otras épocas). Pues bien, White ha sacado un disco extraño y genial, sorprendente y que no ha dejado indiferente al personal (hay quien dice que es una estafa y quien opina que es una obra maestra como hacía años que no se hacían). Sin caer en extremismos, es un disco más que interesante, difícil de escuchar, arriesgado. Porque Jack White tiene la virtud de innovar sin moverse de su sitio, es decir, hacer siempre lo mismo pareciendo original. Y así nos ha brindado este auténtico pelotazo que es Over and over: intenso y arrollador, con un riff machacón a la altura de aquel Seven nation army de 2001, que se puede considerar el primer gran himno del siglo XXI, que ya ha trascendido a su autor.
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