jueves, 16 de septiembre de 2010

El valor del texto original

En casi todos los estudios se da un hecho muy peculiar, consistente en que la disciplina en cuestión tiene unos autores y teorizadores principales, de los cuales se dan algunas pinceladas, pero a los cuales se acude poco. Me explico. Te resumen las doctrinas y aportaciones principales, pero en pocas ocasiones se tiene la oportunidad de estar cara a cara con los textos originales. Todo funciona a través de manuales y recopilaciones de comentarios. Incluso, si el profesor es un buen profesor (algo cada vez más infrecuente) y se ha leído él mismo los textos originales, lo que vuelca en el alumnado es su lectura, su interpretación. Por eso es conveniente reivindicar el valor del texto original, que debería ser siempre la fuente primera, y luego, una vez leído, pasearnos por los comentaristas, más como refuerzo y sugerencia sobre lo leído que como sustituto. Y sí, ya sé que los textos son muchos y no hay tiempo para acceder a todos, que sería una locura, pero para eso está el profesor, para escoger los textos y fragmentos principales o más importantes, a partir de los cuales hacerse una idea de lo que el autor pretende decir. O eso, o no querer abarcar grandes bibliografías y centrarse en un aspecto concreto, que ya se sabe aquello de que quien mucho abarca poco aprieta.

1 comentario:

PENSADORA dijo...

No le quito razón, pero piense usted que depende todo mucho de la materia sobre la que se esté adoctrinando.