Hay discos de esos que a la primera no te entran, que incluso te disgustan. Pero si les das varias segundas oportunidades, crecen y crecen. Es el caso de lo último de Arcade Fire, titulado The suburbs, que huele a clásico por los cuatro costados (no porque suene a antiguo, sino porque tiene pinta de que será uno de esos trabajos que se recordarán y aparecerá en las listas de imprescindibles de este principio de siglo). Arcade Fire son un grupo raro, inesperado en cierto modo, un fenómeno espontáneo que ha ido creciendo por el boca a boca (y la ayuda de David Bowie, que quedó maravillado al escucharlos) y que ahora mismo tiene rendidos a los medios. Y aunque ahora mismo estén en la cresta y hayan sido entronizados, no parece que vaya a ser un bluff momentáneo (el entusiamo mediático sí, ellos no), porque llevan tres discos a cuál mejor. Creativos y clásicos, experimentales, histriónicos, épicos, todo esto son Arcade Fire:
El videoclip original de esta canción es toda una revolucionaria obra de arte digital, irreproducible aquí. Si quieren verlo, visiten The wilderness downtown, introduzcan su calle (o la calle que quieran, y disfruten del video. Espero que les guste.
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