Hay concierto interesante. Te compras tu entrada, quedas con los colegas, te plantas el día señalado en el lugar planeado. Escoges el sitio que más cómodo te resulta. Se apagan las luces. El artista va a salir. Y casi en paralelo, un aroma denso y dulzón te llena las fosas nasales. Alguien se ha liado un canuto, y te va a tener todo el concierto aspirando los humos que tu no le has pedido.
Esta escena me ha ocurrido en casi todos los conciertos a los que he ido. He visto a gente de muchos estilos y perfiles, y siempre me toca el porreta al lado o cerca. Y además el que más aliña sus cigarros. No es que me moleste que fume cosas ilegales (faltaría más, que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo y su dinero). Lo que me mosquea, a parte de la suerte que tengo al tocarme siempre cerca alguno (y alguna vez, sin comerlo ni beberlo, he sentido los efectos de lo que el vecino fumaba, manda carallo), es que siempre escojan el momento del apagdo de luces para lanzarse a sus consumos particulares. Como en un ritual. Supongo que algo tendrá que ver el hecho de que sea algo ilegal (aunque tengo entendido que el consumo personal no lo es), y que se cortan de fumar sus cosas a plena luz y con el rostro bien iluminado. Pero luego que no nos vengan con el cuento de la legalización cuando actúan como cobardes. Si queremos legalización, habrá que dar visibilidad a lo que se pretende legalizar. La ley va por detrás de la sociedad, y si se sigue actuando clandestinamente no esperemos salir de la clandestinidad. ¿O es que lo que de verdad le da morbillo a la cosa es el hacer algo prohibido, por más que luego nos llenemos la boca de libertad y legalización?
4 comentarios:
MORBO Mr. Pez, el morbo mueve mucho...
Cierto, ¿a que el día que lo legalicen se fuma menos?
Te doy toda la razón: no recuerdo ningún concierto de música popular en el que no me llegase el olor de porro.
Saludos... ¿Nos conocemos?
Hola Cisne, gracias por el comentario. No nos conocemos personalmente, pero estuve de público en aquella charla sobre blogs el año pasado en Literanta. Además, soy colega filosofero de Horrach y Andreu, por quienes tuve conocimiento de tu blog (antes de la charla).
Un saludo.
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