Es curioso como hay días en los que los cruces de miradas por la calle son muy frecuentes, y otros en los que nadie parece reparar en tu presencia, como si hubiera días en los que se estuviera "con el guapo subido". Y la cuestión es que yo mismo, algunos días, en esas raras veces en que me miro al espejo, me veo bien y me digo que ese día estoy estupendo, mientras que otros no puedo soportar lo que veo al otro lado del cristal.
4 comentarios:
QUERIDO PEZ: no se me enfade usted pero... ¡esto es de lo más ctónico!!!. Eso me pasa a mí dependiendo del estado de mis hormonas, así, los días de antes del período soy la mujer más gorda y fea del universo mientras que los días de después estoy como un pan...
Yo no depedo tanto de ciclos hormonales, pero supongo que esto nos pasa a todos, según el día que llevemos. En cualquier caso, si me miro al espejo es por accidente (porque paso por delante de uno y me fijo, lo cual pasa pocas veces). En ningún momento estoy pendiente de mi imagen, y así me va...
Que no le va nada mal hombre! al menos se afeita usted y se le ve aseado... que ya es bastante para lo que se ve por ahí últimamente... ¡jejeej!.
Saludicos!
Jajajaj, me debió pillar usted en un día que me había afeitado, que no es algo que haga yo con demasiada regularidad.
Saludos.
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