En el tan traído y llevado discurso en torno a la muerte digna se percibe el tufillo del proverbial miedo a la muerte, del tabú que nos impide afrontarla y hacernos acreedores de ella. De cada vez estoy más convencido de que la auténtica muerte digna es la que cursa con sufrimiento (no porque esa muerte en sí sea digna, sino porque así nos hacemos dignos de ella).
1 comentario:
La muerte con sangre entra. Sí señor, estoy de acuerdo.
Merci por la cita visual al gran Bergman. Qué final el de El séptimo sello, que no es que mueran casi todos, sino que la prepotencia de Blok se lleva a la muerte a más gente de la inicialmente prevista.
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