jueves, 27 de diciembre de 2007
Tengo una pregunta para usted
Todo en esta vida es ambivalente, y puede tener efectos negativos o positivos. Además, parece que cuanto mejor es lo que se puede alcanzar, mayores son los riesgos. A pesar de todo, hay que arriesgar.
En las próximas elecciones generales otorgaré mi voto al candidato que responda afirmativamente a la siguiente pregunta: "¿Esta usted dispuesto a abandonar a su esposa?". Lo digo porque un presidente encoñado tal vez sea lo que necesitamos en estos momentos. Sobretodo si creemos a los entendidos, que dicen que el amor dura cuatro años...
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2 comentarios:
Pues parece que Felipe González fue de los que, en el poder, dejó de convivir con su mujer. Parece ser que tuvo varias parejas; se hablaba, entre otras, de Julia Otero y de la mujer del ex-embajador Máximo Cajal, principal artífice de la Alianza de Civilizaciones (Cajal, no su mujer).
No recordaba yo eso que dice usted de González. En cualquier caso, no era tan cacareado como lo del francés este, que se ha metido en el circo mediático rosa con fuerza.
Además, siempre se ha hablado de lo de la erótica del poder, así que casos así tiene que haber a tutiplén (el mismo Clinton, sin ir más lejos, aunque él y su esposa han mirado de cuidar más las formas y no separarse).
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