lunes, 24 de diciembre de 2007
On the road again...
Los venidos a la isla de fuera son una fuente inagotable de datos sobre Mallorca. Sus observaciones hacen que uno se de cuenta de cosas que de otro modo no llamarían lo más mínimo la atención de los aborígenes. Una de estas cosas, que me han comentado en muchas ocasiones, es lo mal que se conduce por aquí. Uno de los detalles más llamativos es la costumbre (no se me ocurre otra palabra para decirlo) de no usar los intermitentes. Efectivamente, es raro ver un intermitente puesto. Bueno, sólo se ponen cuando no se han de poner (cuando no queda más remedio que ir hacia un lado). O eso, o se te tiran diez minutos circulando con el intermitente puesto, que no sabes bien lo que van a hacer. Lo más curioso es que se acaba desarrollando la capacidad de anticipar los movimientos que los otros coches van a hacer, aunque no siempre se acierta.
La cuestión es que, ciertamente, se circula muy mal en esta isla. Y si a esto le añadimos que se trata de una de las regiones del mundo con mayor densidad de vehículos (tocamos a casi un coche por habitnte, y nos acercamos peligrosamente al millón de habitantes), no es difícil imaginar cómo es conducir por nuestras carreteras.
Lo curioso es que estos que tanto se quejan de lo mal que se conduce aquí algo deben de poner de su parte, porque si no, con la de veces que he oído eso de "qué mal que se conduce", la cosa debería funcionar un poco mejor. Vamos, digo yo...
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