lunes, 31 de julio de 2006

Regreso


Tras unos cuantos días de desconexión de mi cotidianeidad en parajes desconocidos para mi, vuelvo. No sé si con las pilas cargadas, y tampoco me importa. La cuestión es que estoy de vuelta, dispuesto a seguir dando guerra.

Y hí fuera (y aquí dentro), hace calor.

4 comentarios:

Cvalda dijo...

¡Demasiado calor! Siempre está bien irse, aunque no se recarguen las pilas ni mierdas de esas, por lo menos se conocen sitios nuevos...
Me alegro de tu vuelta :)

El Pez Martillo dijo...

Si soy sincerro, lo de conocer sitios me da absolutamente igual. En unos pocos días no se puede conocer demasiado de nada, sólo se puede uno llevar una impresión superficial (y en eso de la superficialidad, los modernos somos todos unos expertos). Para ver monumentos y todo eso ya está internet, las fotos y demás. En el fondo pienso que viajamos para huir. El mecanismo que hay tras los viajes es el mismo que el que lleva a algunos a drogarse (no es una casualidad que a lo que producen las drogas se le llame "viaje").

De un modo poético diría que no busco ver cosas nuevas, sino sentir cosas nuevas. Queda bonito, y hay gente que se lo creería. Pero la clave del asunto no está en las cosas o en los sentimientos, sino en que sean nuevos. Nuevos para, de algún modo, hacer olvidar (o complementar, o "enriquecer" a los antiguos).

Y sí, el calor es insoportable. Ya tengo ganas de que llegue el otoño y con eĺ octubre.

Cvalda dijo...

Tienes razón, en tan pocos días no se llega verdaderamente a conocer nada, y sí, un viaje es, en cierto modo una huida.
Asi que estoy deseando poder huir de mi vida cotidiana cuanto antes, aunque sólo vea monumentos y sienta superficialmente...

El Pez Martillo dijo...

A lo mejor, lo más importante de un viaje, de una huida, sea la compañía (tal vez sea ahí donde se aprende más)...