Hay pasajes biográficos que permanecen nebulosos. No hablo de remotas infancias en las que la memoria aún estaba en formación, en el mejor de los casos. Me refiero a hechos más recientes, incluso importantes, que, por estar yuxtapuestos a otros que nos absorbieron más, o colgados entre puntos más decisivos, han quedado semiolvidados. En ellos ocurrieron cosas, estuvimos enfrascados en proyectos, nos enamoramos, no es que no sucediera nada digno de interés (por la cuenta que nos trae, toda nuestra vida es digan de interés, al menos para cada uno de nosotros). Pero no lo recordamos bien. Nos cuesta volver a esos días y a esos detalles. ¿Pero yo hice eso? Es como si lo hubiera hecho otro. Y sí, en cierto modo es así. Salvo que ese otro fuimos nosotros. Y no nos acordamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario