Resulta que a veces, todos conocen algo que te perjudica, todos están al tanto de que alguien te va a dar o te está dando la puñalada. Pero nadie dice nada. Y luego, cuando la sangre fluye y el dolor ya está instalado, todos te vienen a contar todo lo que se sabía, lo que era un secreto a voces que todos sabían menos tú.
Resulta además que dicen esas gentes que te quieren, y que su silencio era protector, cuando lo único que hacía era diferir el mal. Y sucede que a menudo, esos males que todos tus bienamantes te quieren evitar, son los que más merecen ser afrontados de una vez por todas. Finalmente, ese silencio se suma al dolor, agravando lo que pretendía aliviar.
2 comentarios:
Dios nos libre de los "amigos" que los enemigos me cuido yo.
No lo hacen con mala intención, pero a veces no basta con las buenas intenciones, y un corte ahora puede evitar una amputación más adelante.
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