Dice Leonard Cohen en una de sus canciones que hay una grieta en todo, y que por ahí se cuela la luz. Esclarecedor verso. Ciertamente, hay en las cosas apertura, en su hacerse presentes se pone de manifiesto cierta interfase, un espacio que posibilita su presencia, pero que al mismo tiempo mantiene oculto por la misma dinámica del presentarse. El lenguaje, las palabras y las construcciones gramaticales, de las que nos venimos sirviendo desde hace milenios, han estrechado el cerco en torno a las cosas, convirtiéndolas en algo más simple y unívoco. Gracias a ello, están más a la mano, y el mundo se ha convertido en un espacio de dominio. Dominio al precio de cegarnos a la luz, de limar aristas y de uniformizar la plétora que nos rodea y de la que nosotros mismos somos parte.
Dicho de otro modo: las palabras son jaulas en las cuales encerramos el peligro (pero también coartan su naturaleza). Sólo así podemos acercarnos a ellas. O eso, o nos convertimos en más audaces y peligrosos que ellas.
2 comentarios:
La foto que esta entrada está sacada de una entrada de mi blog (http://www.urbinavolant.com/verbavolant/index.php/2008/07/25/palindromo/) y no me pertenece. Esta imagen tiene una licencia Creative Commons y es obligatorio indicar el nombre del autor y el vínculo a la página:
http://flickr.com/photos/resio/227335613/
No nos cuesta nada poner la autoría y respetar así los derechos gratuitos de los autores.
Un saludo.
Ya está, foto cambiada. Perdón por las molestias.
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