Quienes me conocen saben que la felicidad no es uno de mis temas. Pero hoy haré una excepción, porque he encontrado una definición perfecta, o al menos lo que para mí es el ideal de la felicidad. Y no la he hallado en ningún sesudo tratado, ni en profundas conferencias de pago. No. En un videoclip.
La felicidad para mí es eso: una cala mediterránea (lo siento por los que no lo tienen cerca, pero sólo a orillas del Mediterráneo se puede ser feliz), vino, sangría, buena compañía, paella, música y baile. Y el paraíso: que eso durara eternamente.
Ahí queda eso. Vean el vídeo y luego me cuentan:
La felicidad para mí es eso: una cala mediterránea (lo siento por los que no lo tienen cerca, pero sólo a orillas del Mediterráneo se puede ser feliz), vino, sangría, buena compañía, paella, música y baile. Y el paraíso: que eso durara eternamente.
Ahí queda eso. Vean el vídeo y luego me cuentan:
4 comentarios:
Ya me parecía un titular extraño para usted pero... ¿revolver?... le tengo yo un poco de tirria al Goñi este, pero bueno... va... le perdono a cambio de las innumerables Alanis Morissettes que me ha perdonado usted.
La felicidad, amigo pez, me parece a mí que, al contrario de lo que nos solemos pensar, tiene más composición que fugaces momentos... intentaré desarrollarlo más en mi blog (si saco tiempo). Ahora bien, coincido plenamente con usted: buen vino, buena compañía, buena alimentación y mediterráneo = combinación perfecta y feliz.
Un abrazo de oso polar (que me congelo!)
Amigo Pez, le pongo un 10 a esta entrada.
No había visto el vídeo y me ha gustado muchísimo. Será porque hoy hace un día de esos feos, gris lluvioso y con frío y el videoclip me ha traido ecos del verano.
Saludos desde aquí al lado!
Pues ya sabe, Musa, a ver cuando tenemos la oportunidad de hacer algo como lo del video, reunirnos los viejos compañeros filosoferos en una cena playera como aquellas que hacíamos al finalizar el curso... Los que en Mallorca estamos seguimos viéndonos, pero sin usted no es lo mismo.
Un saludito.
Ay, amigo Pez, no se crea que yo no echo de menos aquellas cenas...
Pero no se preocupe que cualquier día de éstos me planto en tierras mallorquinas...
Un saludo!
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