En griego antiguo, cosmos significa orden, y por extensión, dado que percibimos la totalidad de lo existente (material o inmaterial, presente o no) bajo alguna clase de organización, se ha venido aplicando el término cosmos al conjunto de todas las cosas o Universo.
Agujero, por su parte, es una abertura más o menos redondeada en alguna cosa. Un vacío de algo rodeado de ese algo, que no es ello pero que le da forma.
Intentemos combinarlos a ambos. Si entendemos el cosmos como algo, como el conjunto de lo algo, un agujero ahí sólo puede ser una ausencia, el lugar del no-algo, de la res-nata, de la nada. Pero no una nada vacía, sino una nada rodeada, sostenida y fundada por el cosmos. ¿O será al revés? Que la nada es la que sostiene al cosmos, el espacio indeterminado del cual emana y en torno a la cual se despliega la totalidad, el eje del universo. Porque, ¿no ocupa todo agujero, por serlo una cierta centralidad?, ¿no implica y sugiere un cierto girar en torno a él?.
Por último, de un agujero pueden entrar o salir cosas. Entonces, ¿brota el mundo de ese agujero cósmico, de esa nada apeirónica rebosante?, ¿O más bien todo se sume en ella?, O quizás, mejor, puesto que no hay direccionalidad, ¿puede haber entrada y salida al mismo tiempo?.
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