La gente se apunta a los gimnasios. Éstos han proliferado por todas partes en los últimos años. Dicen que es para mantenerse en forma, para no perder la línea, para estar más sanos. Puede que así sea. Pero en el fondo creo que en realidad son ansiedades más que calorías lo que pretenden quemar. Y es que el ejercicio es una forma de mantener a raya según que pensamientos. Bien por la acción de las endorfinas, bien por lo que sea, moverse (pedalear, correr, caminar, bailar...) aserena el espíritu. Y luego el cansancio nos impide hacer volar demasiado la mente, lo cual hay días en los que viene muy bien.
De todos modos, no deja de ser preocupante, porque si es así, hay una demanda excesiva y creciente de esa especie de falsa paz que nos otorga el ejercicio (que en sí no arregla nada, únicamente nos anestesia un poco). Tal vez porque hay más nervios, más ansiedad. O porque el umbral de tolerancia ha bajado. Da igual, el resultado es el mismo.
No conviene dejarlo todo al ejercicio y esperar que sea la panacea. Porque sí, puede que la anestesia venga bien, pero no hay que olvidar que otras sensaciones también quedan anestesiadas, sensaciones que a lo mejor son necesarias. Como si, para no ver lo feo nos arrancáramos los ojos. Y sí, lo feo no lo veríamos, pero tampoco lo hermoso.
De todos modos, no deja de ser preocupante, porque si es así, hay una demanda excesiva y creciente de esa especie de falsa paz que nos otorga el ejercicio (que en sí no arregla nada, únicamente nos anestesia un poco). Tal vez porque hay más nervios, más ansiedad. O porque el umbral de tolerancia ha bajado. Da igual, el resultado es el mismo.
No conviene dejarlo todo al ejercicio y esperar que sea la panacea. Porque sí, puede que la anestesia venga bien, pero no hay que olvidar que otras sensaciones también quedan anestesiadas, sensaciones que a lo mejor son necesarias. Como si, para no ver lo feo nos arrancáramos los ojos. Y sí, lo feo no lo veríamos, pero tampoco lo hermoso.
4 comentarios:
lo importante es estar engañados, imagino, además de cansados, demasiada lucidez, demasiado tiempo para pensar pueden llevarnos a suponer que todo es pérdida... vivir: aferrarse a lo falso a la nada para escapar de la nada...
Saludos, tu blog es increíble
Gracias por tus palabras, Zalator, no sé si es increíble, sólo pongo lo que buenamente me surje según el momento.
El problema no es suponer o saber que todo es pérdida y nada. Lo difícil es soportarlo, y eso creo que muy pocos pueden hacerlo por mucho tiempo (si es que alguien puede).
Saludos.
Me temo que nadie puede...
Pero bueno, lo de los gimnasios. O más bien, lo del deporte. Supongo recordará usted la frase "mens sana in corpore sano" ¿no?...
El ejercicio físico moderado, es decir, una horita al día de gimnasio, o de natación o de andar o de lo que sea es una forma de mantenerse sano y, sí, ayuda a clarificar la mente... pero sólo eso, a clarificarla, las endorfinas tras el deporte duran poco y a lo que ayudan es a sentirse más despejado para enfrentar los pensamientos que nos mantienen alerta, que no son otra cosa más que la ansiedad.
Lo cierto es que este tema da de sobras para un café largo y no quiero enrollame mucho, pero lamento comunicarle que esta vez no estoy muy de acuerdo. La cosa no tiene tanto que ver con el hecho de hacer deporte sino con la manera de afrontar las cosas de cada cual.
Sí, mens sana y tal, el problema es que hemos pasado del desprecio a la adoración por lo corporal. Hemos ido del úncamente mens sana (léase alma por mens) al únicamente corpore sano. Y claro, seguimos igual de cojos.
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