viernes, 15 de mayo de 2009

Paños calientes


Se ha generado con esto de la crisis una especie de sensación de fin de ciclo, de que había un modelo agotado, de que había que refundar algunas cosas. Como no entiendo de economía, no puedo decir si es así o no. En cualquier caso, llama la atención que los mismos que han contribuido a que cunda dicho sentimiento, sean los que ponen en marcha medidas (o dicen que las ponen en marcha) que parece que lo que buscan es reactivar las cosas y volver a la situación anterior a la crisis, echándole la culpa al abismo de que hayamos caído en él, en lugar de culpar a la trayectoria que llevábamos (a todos, a los conductores y a los pasajeros).

De todos modos, el enfoque en sí me parece erróneo, porque intuyo y quiero creer que la crisis es algo más que económica, que el descalabro económico es sólo la última consecuencia, el último (de momento) síntoma del problema. Es, permítanme el símil médico, pretender curar un cáncer atacando a una metástasis situada en un dedo, cuando el mal está extendido por todo el organismo.

Soy pesimista. Visto lo visto, lo único que cabe hacer es preguntarnos por el tiempo de vida que nos queda. Y seguro que se equivocarán al responder.

1 comentario:

PENSADORA dijo...

Primero comunicarle que me inspiró usted la entrada que voy a colgar hoy si me dá tiempo.

Por otro lado, lo de la crisis: es muy cierto que el problema económico no es más que el síntoma final, como el último suspiro de una época. Ya sabe usted de mi hipótesis "evolucionista".

Saludos y a pasar buen finde!