lunes, 11 de mayo de 2009

A la cama


Cualquiera diría que trabajar un sábado por la noche es una lata. Pero tiene algo positivo: el salir un domingo a las ocho de la mañana. Sin atascos, sin problemas, pudiendo poner el piloto automático y abandonarse a la relajación que te invade tras diez horas de tensión y trabajo duro (!?). Las calles vacías, las avenidas que otros días bullen de tráfico, desiertas. Sólo algunos autobuses y taxis como única compañía. Y algunos conductores, con evidentes signos de cansancio, que presumo que también van al mismo sitio que yo: a la cama. Definitivamente, no está tan mal currar un sábado por la noche.

2 comentarios:

PENSADORA dijo...

Ahí, ahí... en la cama me gustaría estar a mì ahora mismo... UUFFFF!!!

A mí me pasa algo similar los domingos que salgo a la montaña. Es de lo más gracioso cuando, a las 7 ó las 8 de la mañana, salgo de casa mochila en mano y veo las calles vacías excepto por algún borrachín que regresa a casa desde la zona de bares cercana a mi casa...

En fin...

El Pez Martillo dijo...

Ya puestos, casi es mejor volver a esa hora, pero de marcha. Aunque la sensación no es la misma que cuando se vuelve de trabajar (la tansión de la noche que se libera en el trayecto no es la misma).