Déjenme hablar hoy de un poco conocido filósofo y escritor catalán: Francesc Pujols (1882-1962). Su principal mérito es el de ser surrealista antes del surrealismo. Escribió libros enteros sin usar puntos y sin corregirlos, respetando el ritmo con el que salían las ideas de su mente. En 1906 escribió, bajo el seudónimo Agusto Altozanos (traducción literal de su apellido), El nuevo Pascual o la prostitución, en el que seguía el llamamiento hecho por Unamuno a los jóvenes catalanes, en el que les exhortaba a escribir en castellano para depurar la lengua de Cervantes de lo que había sido el siglo XIX literario. También escribió, en castellano y con el mismo seudónimo, El mal del separatismo catalán. En su momento fue uno de los únicos en defender la obra de Gaudí, muy cuestionada. También sirvió de inspiración a Dalí, que a través de numerosas conversaciones que los dos mantuvieron, desarrolló algunas de sus peculiares perspectivas.
Desde el punto de vista filosófico, intentó crear una corriente de pensamiento denominada en un principio Sumpéctica (o ciencia de lo concreto), luego Hiparchiología (o ciencia de la Existencia) y finalmente Pantología (ciencia del Todo), que sirvieron a Josep Pla para escribir su Manual de Hiparchiología. Pretendió demostrar la existencia de una "filosofía catalana" (que iría desde Llull hasta él mismo), y profetizó que los catalanes, por serlo, se encontrarían algún día con todo pagado, puesto que ellos y sólo ellos están en contacto con el Uno Primordial. Ya advertía en una de sus obras que sólo lo leerían en serio aquellos que no se lo tomaran en serio. Porque uno de sus métodos era la reducción al absurdo (colaboró con y dirigió la revista satírica Papitu) y la búsqueda de la paradoja como modo de estar en la realidad ("la paradoja es una realidad vista desde dentro").
Desde el punto de vista filosófico, intentó crear una corriente de pensamiento denominada en un principio Sumpéctica (o ciencia de lo concreto), luego Hiparchiología (o ciencia de la Existencia) y finalmente Pantología (ciencia del Todo), que sirvieron a Josep Pla para escribir su Manual de Hiparchiología. Pretendió demostrar la existencia de una "filosofía catalana" (que iría desde Llull hasta él mismo), y profetizó que los catalanes, por serlo, se encontrarían algún día con todo pagado, puesto que ellos y sólo ellos están en contacto con el Uno Primordial. Ya advertía en una de sus obras que sólo lo leerían en serio aquellos que no se lo tomaran en serio. Porque uno de sus métodos era la reducción al absurdo (colaboró con y dirigió la revista satírica Papitu) y la búsqueda de la paradoja como modo de estar en la realidad ("la paradoja es una realidad vista desde dentro").
4 comentarios:
me gustó ese final "la paradoja es una realidad, vista desde adentro". si tuviera que depurarla, podría expresarse "la paradoja es una dimensión de la realidad"
Depurando un poco más, "la realidad es paradójica", y más, "la realidad es pura paradoja".
Curioso elemento, sí señor.
Es de esos personajes ante los cuales nosotros, españolitos acomplejados de pro, siempre decimos que si hubiera sido francés, o inglés, o alemán, sería mucho más conocido y se le dedicarían libros, exposiciones, documentales...
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