miércoles, 19 de marzo de 2008

La enfermedad de la época


Cada momento histórico tiene su enfermedad predominante. A veces no se trata de que realmente sea la más frecuente, sino que es a la que más miedo se le tiene y la que más visibilidad social adquiere. En ello hemos de ver un síntoma epocal, una manifestación de lo que le preocupa a ese tiempo, lo que teme, lo que valora y a lo que aspira, y no sólo una cuestión de higiene y hábitos de salud.

La Antigüedad tuvo la lepra, la Edad Media la peste, la modernidad la tuberculosis. ¿Y cuál es nuestra enfermedad estrella?. Las últimas décadas han venido marcadas por dos palabras: cáncer (más antiguo y con más solera) y SIDA. Pero últimamente están un poco decaídos. Los vances médicos han permitido altas tasas de curación del cáncer (aún insuficientes, por supuesto, pero sí más altas que hace 20 años). El SIDA es otro cantar, pero tenemos las medicinas necesarias para tenerlo más o menos controlado (tomando un arsenal de pastillas diarias, es posible frenar el avance del virus, quedando como un mal crónico). El relevo de la primacía lo están tomando otra clase de patologías, más complejas (como nuestro tiempo) y de difćil abordaje. Aún es pronto, pero creo que el futuro va a ser de las demencias seniles (lógico para una población envejecida) y las enfermedades mentales y sociales. Habrá que ver por dónde va la cosa y cuáles de estas enfermedades acaban haciéndose con el reinado de la época.

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Yo apuesto por las enfermedades mentales. La dinámica girardiana-nietzscheana de la modernidad las alimenta.

PENSADORA dijo...

De acuerdo con Horrach, yo también apuesto por las enfermedades mentales.
Ya comentaba yo algo en alguno de mis post... ¿recuerda?.
Respecto al cáncer...me ha inspirado, creo que, aunque me dá bastante palo, estos días empezaré a contar mi historia.

El Pez Martillo dijo...

Sí, yo también apuesto por las mentales (las seniles no dejan de ser mentales también). Pero fíjense que lo que digo no es que tengan que ser las más frecuentes ni que todos vayamos a estar enfermos, sino que serán las enfermedades más visibles (en el arte, en los medios, se hablará de ellas...). Porque siempre ha habido peste, siempre ha habido lepra (aunque resulte increíble, entre nosotros hay leprosos) y siempre han habido ancianos demenciados, pero a lo que voy es a que cada época focaliza su atención en un tipo de patología.

Y sí, las mentales tienen todos los números de ser las campeonas. Y si no, una muestra: ¿no se han fijado en la cantidad de psicópatas que proliferan en el cine de un tiempo a esta parte?.

El Pez Martillo dijo...

Pensadora, a veces, hablar de las cosas es como desprenderse de ellas. Al ponerlas en el espacio común es como si dejaran de ser nuestras (o al menos, son menos nuestras). Lo que ocurre es que también son una forma de desnudez, y no todo el mundo está preparado para enseñar según que partes. Es cuestión de hacerlo cuando uno se siente listo para ello.