lunes, 21 de mayo de 2007

Los pitagóricos y la terapia musical


La secta pitagórica creía en el poder terapéutico de la música. La explicación es sencilla. En la importancia que le daban a todo lo numérico, ellos fueron los primeros en darse cuenta de que la naturaleza y sus movimientos podían traducirse en relaciones matemáticas. Así, asignaron un número a los distintos elementos y a los cuerpos celestes. Y descubrieron un montón de relaciones numéricas y geométricas (entre las que no se encuentra el famoso teorema, paradójicamente). También se dieron cuenta de que la música seguía un patrón númerico reconocible. De este modo, para ellos, todo podía ser reducido a número, a una mera relación matemática.

Este razonamiento, tan evidente para nosotros, fue toda una revolución que les permitió un estudio más profundo de la naturaleza y de sus fenómenos, y se encuentra en la base de toda nuestra ciencia. Esto convierte a los pitagóricos en fundamentales para nuestra cultura. Pero su doctrina no sólo iba destinbada a estudiar la naturaleza, sino que tenía aplicaciones en todos los ámbitos de lo humano, también la medicina.

Para ellos, los movimientos de los cuerpos celestes, y los de la naturaleza misma, producían una música que no oímos por estar demasiado habituados a ella. El razonamiento es evidente, porque las relaciones numéricas son traducibles a música, por estar sometido todo a la misma ley del número. Nuestro cuerpo también tiene su música particular. Cada momento tiene la suya. En teoría, la música del mundo y la nuestra deberían estar en armonía. Pero a veces ocurre que se desacompasan, que cada una va por su lado, provocando una cacofonía. Entonces surge la enfermedad. Y la cura pasa por la katharsis, por la purificación del alma. Y claro, la purificación pasa por la música. Se trata de hacer que el cuerpo resuene armónicamente con el universo. Para eso tenían sus ritmos adecuados. En concreto se trataba de una catarsis alopática, es decir, basada en principios contrarios a los que provocan la enfermedad. Es lo mismo que nuestra medicina, que ataca frontalmente las que supone que son las causas de la enfermedad. La catarsis homeopática, la descrita por Aristóteles al hablar de la tragedia, produce la purificación provocando los mismos estados que se pretenden combatir.

Así pues, lo que hacían los pitagóricos era someter al enfermo a sesiones de musicoterapia. Les tocaban músicas relajantes o estimulantes según las necesidades del momento. A nuestra época hipermedicada puede parecerle algo inútil y estúpido, pero la medicina actual ha empezado a interesarse por la musicoterapia, no tanto para curar patologías como para producir estados que ayuden a los efectos de las medicaciones y a la curación misma. ¿Quién no se ha puesto una música para relajarse o para animarse?.

3 comentarios:

Jarttita. dijo...

Bueno...las escalas y los intervalos son reducibles a números.....

pero siempre hay un algo más. La magia es algo más.

El Pez Martillo dijo...

En clave pitagórica te diría que eso que llamas magia tiene que ver con que la música esté en armonía o no con la música del universo. Así que en último término sí que tendría que ver con los números. Es más, incluso la magia podría ser expresada por algún número (conociendo un poco a los pitagóricos, seguramente ese número sería el 10).

Jarttita. dijo...

Bueno.....la magia es magia, no hay que racionalizarla tanto.

Pero sí, el 10 es un buen número....un número perfecto.:).