martes, 27 de febrero de 2007

Johnny cogió su fusil


Basada en el libro de Dalton Trumbo, y dirigida por él mismo en 1971, pretende meternos en la mente de un herido en la Primera Guerra Mundial al explotarle un obús muy cerca. A consecuencia de la explosión, el joven pierde los brazos y las piernas, así como la vista y el oído. Además, su rostro queda completamente desfigurado y se ve forzado a respirar mediante una traqueostomía (un agujero hecho en el cuello, por el que se mete una cánula). A lo largo de la película no le vemos en ningún momento (sólo cuando él recuerda el pasado, donde lo vemos entero), sólo podemos ver un bulto cubierto por una sábana y una cara tapada por una máscara. La relación con el medio de este herido es más que deficiente, pero poco a poco puede afinar sus sentidos para captar algo de lo que pasa a su alrededor gracias al tacto y a que llega a sentir las vibraciones de los pasos y movimientos que se producen en torno suyo. Incluso llega a poder comunicarse en morse moviendo la cabeza (los movimientos que hace son muy deasosegantes). La película está hecha desde la perspectiva del herido, enfrentado a sí mismo, a sus temores, recuerdos y angustias. La soledad es absoluta en una situación así, y el pensamiento se va deslizando poco a poco en una pendiente delirante y obsesiva.

La película nos la han vendido como un alegato antibelicista (se rodó en la época de Vietnam) y proeutanasia. Pero a mi, como sanitario, me llamó la atención por la relación que se establece entre él y una enfermera, que llega a ser la única persona que le entiende y que lo ve como algo más que un tullido inútil (hay una escena, en la que gracias a ella los médicos militares descubren que puede comunicarse, y en la que ellos intentan negar esa realidad, porque no encaja en sus prejuicios, y porque les parece increíble que alguien así pueda llegar a expresar algo). La relación entre ellos llega a extremos perturbadores (por ejemplo, cuando ella le masturba, o cuando está a punto de matarlo, tal y como él le ha pedido), pasando de una mera relación profesional de enfermera-paciente, a algo más personal y profundo (sobretodo para ella, que se ve implicada personalmente en el asunto).

El interés que para mi tiene no es tanto el de la cuestión antimilitar como la de la problemática sanitaria que se plantea y sus implicaciones a todos los niveles (el del papel del profesional, el de la ética, y sobretodo el de ponerse en el lugar del paciente). La primera vez que tuve noticia de ella fue en un curso de cuidados paliativos que hice hace unos años, en el que nos pusieron unas cuantas escenas. Desde entonces me ha rondado por la cabeza por temporadas, la he visto entera, y me ha impactado y dado bastante que pensar. No es recomendable para espíritus sensibles, a pesar de que no se ve nada (aunque a lo mejor eso es lo más inquietante, que no se llegue a ver nada), pero yo la recomiendo a todo el mundo.

Para ilustrar la entrada he escogido un videoclip de Metallica basado en la película, que recoge algunas escenas y que perfectamente puede funcionar como trailer, y que además viene con subtítulos y una explicación al final muy esclarecedora sobre la correcta traducción del título de la película. Más que interesante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo... qué buenos eran Metallica cuando eran buenos. Les pasó como a Sansón, que se cortaron las greñas y se acabó el rollo.

Y la peli debe ser una de las pesadillas más rebuscadas que jamás se le ocurrieron a nadie... digna de Poe. Muy bueno el comentario, amigo Pez.

Johannes A. von Horrach dijo...

La peli de Trumbo (en realidad tenía que hacerla Buñuel, pero al final no pudo ser, no recuerdo el motivo) la vi hace tiempo, tal vez 8 o 10 años, y no recordaba lo de la escena de la masturbación. Yo creo que no quedaba muy claro, ¿no?, que estaba más o menos sugerido.

Aunque la película es algo irregular (las escenas que él recuerda o con las que fantasea son muy flojas, ahí se nota que Trumbo era guionista y no director), pone los pelos de punta, angustia de verdad.

saludos

El Pez Martillo dijo...

Cierto, las escenas en que recuerda y/o fantasea, son flojas. También es un poco forzada la voz (el pensamiento) del protagonista. Sobretodo cuando está "eufórico". Pero a pesar de todo la película es perturbadora.

JAL dijo...

Lástima que no la hubiera dirigido un director más experimentado, hubiera podido ser una obra maestra del cine psicológico. Aún así, es una película para ver.

Luis dijo...

Ayer ví la película, de allí a que haya llegado al blog. Muy buena, plantea muchos cuestionamientos filosóficos y morales. Sabía de su existencia por el videoclip de Metallica y siempre tuve la intención de verla. Me ha dejado un sabor extraño, y eso, Por lo menos para mi, es bueno. No es una película accesible y/o facil de digerir para cualquier persona. Pero la recomiendo