viernes, 8 de marzo de 2019

Larvado

A menudo te encuentras con gente que se apresura en señalar el origen pagano de muchas festividades y rituales cristianos. Seguro que conocen ustedes a alguien que en diciembre empieza a sermonear sobre el solsticio invernal y las saturnales. Es un ejercicio de postureo crítico y supuestamente ateo, pero cae en lo evidente y ya trillado. Lo revolucionario es el nietzscheano ejercicio de señalar lo que de cristiano (en sentido denigrante, es decir: cruzadas, inquisición, moral represora, rechazo de la vida y el mundo...) hay en las nuevas ceremonias y festividades que desde la distintas supuestas militancias (que pareecen varias, pero que en el fondo tienen un núcleo común) se van generando. 

2 comentarios:

PENSADORA dijo...


¡Huy! lo que hay es mucho cultureta de postal. Como los punkys de los ochentas.

El Pez Martillo dijo...

Eso me recuerda una anécdota que viví hace ya un par de décadas: una "fiesta grunge" en una discoteca. Sí, es extraño y deberíamos haber sospecharo, pero éramos jóvenes y atolondrados y allá que fuimos unos cuantos. Allí, subido a un pedestal había un bailarín/gogó en slip y camisa de cuadros que de tanto en tanto gritaba: "Soy radical, soy guay".
Pues eso.