martes, 12 de marzo de 2019

Opinando

Ante la avalancha de información que nos asola sentimos el apremio de posicionarnos en medio del marasmo. Buscamos asideros fuertes para no ser arrastrados. Así vemos a gente aferrarse con uñas y dientes a sus seguridades. No está mal tener algunas cosas claras. Algunas. El problema viene cuando queremos opinar sobre todo y además hacerlo con seguridad. Para más inri, parece que el tsunami nos obliga a opinar. Nos vemos impelidos a opinar, no está bien visto no tener opinión. 

Desde aquí reivindicamos la suspensión del juicio, la vieja epojé de la filosofía escéptica. No podemos cargar con el peso del mundo, puesto que acabaremos sepultados por él. Desentendámonos de tantas y tantas cosas que nos empujan (que nos quieren empujar) en una dirección y tomemos, si es posible, la nuestra, que en buena medida pasa por desasirse de las funestas influencias. No aspiro a la felicidad de quien todo lo ignora, sino a no dejarse llevar neciamente por la información (que, aunque nos digan otra cosa, nunca es inocente y a menudo se diseña para provocar determinadas reacciones).  

3 comentarios:

PENSADORA dijo...


(Levantando el brazo) Me apunto!!

El Pez Martillo dijo...

Personalmente, voy a empezar no atendiendo a las inminentes campañas electorales y todo su cortejo de simplicidades, mentiras y manipulaciones.

PENSADORA dijo...

A eso también me apunto!