Morir no es un punto concreto que se encuentra en lo último de la vida. Precedido, a lo sumo, de alguna enfermedad que nos precipita en él.
Morir es un proceso que se mantiene durante toda la vida, hasta que se llega a un punto de no retorno. Ahora mismo, en el mismo instante de escribir esto, he muerto un poco.
7 comentarios:
Ah, interesante tema.
Morir es algo que, tarde o temprano, le llega a todo ser viviente.
La cuestión es, ¿vivimos antes de morir o vivimos para morir?
Vivir es morir, o vivimos muriendo.
Como dicen los monjes de un monasterio que a mi padre le hace tilín: "Un día nos tenemos que morir pero no sabemos cuándo". (nota: estos monjes se pasan el día cavando su propia fosa. Cuando la han acabado la vuelven a tapar, para después seguir cavando)
Interesante el trabajo de estos monjes. ¿De qué monasterio se trata?
Creo que era de la Mallorca de hace mínimo dos décadas. Le preguntaré.
Pues no son de sa Roqueta, sino monjes (unos 35) de la Cartuja de Miraflores, a las afueras de Burgos.
Bueno, bueno, bueno.
¿Vivimos muriendo?, sí, es una afirmación cierta y un correcto manejo de nuestro vocabulario.
Yo soy más de pensar que vivimos transformándonos continuamente y que el morir no es otra cosa más que una gran transformación en la que participa la razón que nos hace ser conscientes del suceso en cuestión.(incluso el más "chalado" se entera que se está muriendo)
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