domingo, 17 de febrero de 2013

Arriba las banderas

Se han puesto de moda las manifestaciones. Incluso he asistido a algunos. De ahí que me pregunte, ¿hace falta que cada grupúsculo ideológico tenga que hacerse notar con sus pancartas y sus banderas? ¿No basta con apoyar la supuesta causa común que en ese momento nos aglutina? Porque ya he llegado a sospechar que el motivo principal de la protesta es lo de menos, que de lo que se trata para ellos es el hacerse notar, ondear sus banderitas, que parecen más importantes que otras cosas. Eso siempre y cuando no vayan gentes representando a partidos u organizaciones, que ya es algo que me asquea mucho (por supuesto, pueden ir a título personal, pero eso de "el partido X se adhiere", salvo que sea el convocante, no hace ni pizca de gracia). Pienso que le resta fuerza a la protesta, y echa para atrás a gente, que sólo quiere expresar un malestar o una reivindicación más o menos legítima, pero que no quiere que vengan otros a apuntarse el tanto y a capitalizar los cabreos de los demás. 

Sinceramente, a veces las manifestaciones son como aquella mítica escena de La vida de Brian, la del Frente Popular de Judea versus el Frente Judaico Popular. Lo cual en una película es cómico, pero en la vida real es dramático.

3 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Sí que es curioso. Parece en principio que en una manifestación se busca el máximo de adhesión, pero luego ciertos grupos o individuos pretenden ponerse por encima del resto de manifestantes, buscando un nivel de indignación 'más puro'. Se ve que incluso en las manis, querido amigo, todavía hay clases...

PENSADORA dijo...

Huy! todavía hay clases y más que las va a haber a este ritmo que llevamos Dr. Horrach.

Tiene usted razón querido Pez, lo cierto es que lo que haría falta es una auténtica manifestación de poder de todos, como un único frente contra todas las cosas que se están haciendo mal. Pero no, lo de la unidad en España es una cosa rara.

En fin.

Saludicos!

El Pez Martillo dijo...

No sólo es que vayan con sus banderas, es que además se agrupan, y se puede saber dónde están las distintas "sensibilidades".

De la pureza, sí, es de esas cosas que uno no sabe si se lo creen porque piensan que así es, o más bien para abofetear a los demás con su autogenerada superioridad moral.