Vamos con un caso práctico de lo que comentaba ayer (y que en realidad está detrás de muchas de las últimas entradas): el famoso y ya cansino nuevo hospital que tenemos el honor de ¿disfrutar?. El personal en pie de guerra por asuntos varios, que van desde las grandes dimensiones (hacer el mismo trabajo en el triple de espacio, hace que se vaya tres veces más lento, y claro, hay trabajos como los de los celadores, las tareas de limpieza que , con el mismo personal, no cunden), la escasez de material, los desperfectos de las obras, la desorganización. Pero el que ha hecho explotar muchas de estas cosas es el asunto del aparcamiento.
Resulta que se le dan las obras del hospital a un conglomerado de constructoras y éstas, para "abaratar" el coste a las arcas públicas (son todo generosidad, oiga), se quedan con la concesión de algunos servicios "externos" del hospital: lavandería, cocinas, bares (donde cobran los bocadillos a precio de oro), locales comerciales (es habitual que haya en un hospital un quiosco, tal vez una floristería, pero es que han montado oficinas de bancos y hasta una joyería) y el aparcamiento. Con ello se ha creado la paradoja de que el servicio de lavandería lo lleve una empresa constructora (y por cierto, podrían planchar, no digo ya mejor, sino un poco los uniformes, que según ustedes la presencia es muy importante y presentarse ante los usuarios llenos de arrugas no es lo más adecuado). Pero la madre de todas las batallas está siendo el asunto del aparcar: 1,4€ la hora hasta un tope de 9 para visitantes, 2€ por día al personal. Eso en un páramo rodeado de carreteras sin arcén y semiautopistas, vamos, que no hay alternativa (bueno, está el autobús, claro, a todas luces insuficiente). Y aquí empieza el baile.
Se organizaron protestas, que han servido en buena parte para canalizar el malestar de mucha gente y para empezar con la campaña de acoso y derribo desde arriba. Todos los días a las 7:30 y a las 14:30 (cuando entramos a trabajar los turnos de mañana y tarde) una concentración en las puertas del párking. Desde el primer día que hubo que pagar, junto a las barreras de entrada (que quedan a unos cien metros de la rotonda de entrada, con lu cual, en cuanto se ponen diez coches en cola, ya están dentro de ella, provocando retenciones). El primer día se armó buena, se cortó el tráfico al cruzar un paso de peatones una y otra vez los que protestaban. Y claro, las retenciones fueron kilométricas y afectaron a toda la ciudad. O al menos eso es lo que han hecho creer. Porque, ¿alguien se cree que un cuarto de hora de protesta genere atascos de hasta tres horas?. A partir de ahí, presencia masiva de policía en las protestas y barreras abiertas. Con barreras abiertas, no hay atasco, y puedes ponerte la medalla de que has contenido a los violentos manifestantes que perjudican a toda la población gracias a la policía y por eso no hay retención. Ciertamente, la protesta generó atasco, pero las barreras también, y esa es la preocupación que tienen, que no saben cómo hacer para cobrar su diezmo y no perjudicar a toda la ciudad. A día de hoy aún no hay que pagar, pero se está con la amenaza de que cualquier día empiecen a cobrar sin previo aviso y a traición.
Criminalizados los disconformes, llegó el turno al apagón informativo: el otro día la dirección del hospital ordenó retirar todo lo relacionado con las protestas y el asunto del aparcamiento: carteles, pegatinas y folios de recogida de firmas. En la intranet, hay una sección en la que cuelgan las noticias referentes al hospital en prensa: todas positivas. De las que denuncian las deficiencias o adoptan un tono crítico, nada de nada. Incluso se nos manda personalmente al correo corporativo las cartas al director en las que que se subraya que "no he notado nada de lo que dicen por ahí de los probelmas que hay". Además, han seguido llegando cartas de dirección en la sque se nos recomienda mantener cerrada la boca y no ir por ahí comentando los fallos, con el pretexto de la responsabilidad y el no dañar la imagen de la sanidad pública. A un compañero ya se le está "haciendo un seguimiento" por estos asuntos.
Ayer hubo una manifestación en el centro de Palma por el tema del aparcamiento. Casi no vi prensa (ni gente, la verdad). Deseo estar equivocado, pero no apareció ningún medio "gubernamental" (la televisión autonómica).
Lo más descorazonador es ver los comentarios de la gente en los diarios digitales cuando ha salido algo referente a las quejas y protestas. No es que todo el mundo tenga que estar de acuerdo, pero insultar y pedir que les embarguen sueldo y propiedades (como si fuéramos controladores) a los que se quejan es como para decirles: pagad, pagad malditos, y no 1,40, 3 eurazos os tendrían que cobrar. Porque sí, la mayoría de gente tiene que pagar por aparcar cerca de sus trabajos, y puede parecer que se está solicitando un privilegio obsceno (España es así, cornudos, apaleados y orgullosos de serlo). La cosa no es el qué, sino el cómo, porque muchos se creen que el pago del paárking es una forma de copago sanitario. Si así fuera, incluso lo aceptaría. Pero es que en realidad se trata de darle ganancias a terceros a costa de un sitio por el que tarde o temprano acabamos pasando casi todos. Mucho hablar de libertad, soberanía y demás pamplinas, pero el caso es que el estado ha rendido pleitesía a la siniestra "concesionaria" (el conglomerado que nos ha hecho el hospital), y ahora todos hemos de pagar los diezmos correspondientes.
Uno diría eso de "nos vemos en las urnas". Pero claro, la "concesionaria" no se presenta.
Edito: los medios autonómicos
sí estuvieron.