Si por algo me gusta el ciclismo, además de la por la estrategia y el espectáculo, es porque se juega en espacios abiertos. He llegado a la conclusión de que mi falta de interés por la mayor parte de los deportes tiene que ver con que se desarrollan en estadios, gimnasios, circuitos, canchas... Todo en ambientes que me resultan claustrofóbicos. Por eso, ver a los ciclistas correr por carretera durante kilómetros, poder contemplar el paisaje y ver de pasada al público, es un soplo de aire fresco, le añade belleza y espectáculo al espectáculo.
3 comentarios:
Nada, nada, excusas, querido amigo. Donde esté el fungol que se quiten todos los deportes, que ya dicen por ahí que el tinglado montado alrededor del baloncito esférico une a un país y nos aleja de la crisis (también nos hace más guapos y nos la pone más larga). El ciclismo y el rugby sólo son para elitistas resentidos, lo que yo le diga. Palabra de Power Balance.
Es que estamos tan acostumbrados a que nos mezclen las cosas, que ya las pensamos espontáneamente mezcladas.
Con el rugby ocurre que existe un casi casi total desconocimiento en nuestro entorno. Y sobre el ciclismo, en cuanto lo mientas, siempre sale lo del doping (como si fuera el único y viciado deporte en el que se dan casos).
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