Si siguen este ya viejo blog, sabrán ustedes que gusto de la música con un aire añejo. Y si tiene raíces norteamericanas (en esa corriente que viene del sur de los Estado Unidos y que directa o indirectamente alumbró buena parte de la música popular de las últimas décadas), tanto mejor. Por eso no puedo dejar de celebrar que los artistas se miren en esos espejos y nos regales soberbios trabajos en los que se solazan en la tradición. A veces es en estos discos en los que dan lo mejor de sí, en los que demuestran de dónde viene su música, como una especie de autorecordatorio del camino que no quieren perder.
Esto es lo que han hecho Tom Petty y sus Heartbreakers con su último trabajo, titulado Mojo (el título nos lleva a la Louisiana, a Nueva Orleans y a la ciénaga, en un anticipo de lo que nos espera en las quince canciones de que consta). Buen disco de uno de esos viejos rockeros que se resisten a abandonar. Tal vez algo difícil de escuchar para quien espere canciones al estilo de sus grandes éxitos de hace 20 años (o de cuando estuvo con George Harrison, Roy Orbison y Bob Dylan en los Travelling Willburys), pero muy interesante si les gusta la músic acon raíces.
Les dejo con la primera canción del disco, una poderosa forma de empezar: Jefferson Jericho Blues.
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