En un momento dado, nuestra civilización escogió la Libertad como uno de sus más altos valores, como aquello que más había que promover y defender. La Razón también es uno de esos puntos centrales. Y ahí es donde surge la tragedia, porque merced a la segunda, se ha promovido el avance de las ciencias, que cada vez más ponen en jaque a la primera. A modo de tabú, no se mezcla demasiado lo uno con lo otro, pero algunos descubrimientos van recortando poco a poco el ámbito de la libertad, mostrándonos el comportamiento humano determinado por unas u otras cosas. Hay en ello una tensión importante para el tejido de una cultura que pone el acento en esas dos fuerzas contrarias, y que pueden resquebrajarla. Es uno de los peligros de nuestro tiempo (podría ser el más importante). Pero también es un gran reto y estímulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario