Por una vez, usaré el blog interruptus y tiraré atrás una entrada (no se alteren, mañana estará otra vez aquí) porque lo acaecido anoche merece ser relatado y quedar bien registrado para los anales, porque no conviene olvidarlo.
Cita en el Bluesville con los Wonderbrass (hace tiempo que he perdido la cuenta de cuántas veces los he visto, y sé que no va a ser la última). Por una vez, y sin que sirva de precedentes, empezaron casi puntuales, lo cual anunciaba la formalidad que se empezó a manifestar en seguida. Estaban más serios de lo habitual y haciendo sonar sus instrumentos con virtuosismo. "Hoy vienen finos y con más ganas de tocar que de cachondeo", nos decíamos. Pero con tipos como estos, el cachondeo nunca falta, y pronto lo pusieron en marcha. La cosa empezó a desmandarse cuando proclamaron a un grupito de chicas como "las zorras" (no por nada especial, sino porque, cuando pedían al público que rugiera como un león, como una jirafa y como distintos animales extraños, al llegarle el turno a las zorras, ellas fueron las únicas que respondieron), con lo que los chascarrillos de los músicos fueron en buena parte dirigidos a partir de entonces. Los más memorables:
El calor iba aumentando en el local, hasta hacerse insoportable, porque la afluencia crecía y porque la música se iba acelerando. Con el funky empezó el desmadre, que en seguida paró porque era el momento de la pausa para ir a humedecerse un poco el gaznate.
Con la segunda parte de la actuación la cosa se salió de madre. Hasta el momento todo había ido según lo esperado: buena música, risas..., en fin, lo habitual. Pero ahora el público había bebido más y estaba más animado, sobretodo el sector femenino, que era mayoritario. La gente bailaba, y no tardó en volar por los aires un sujetador hacia el escenario. Los músicos, sorprendidos, bromearon un poco sobre el asunto, pero entre el cansancio (soplar con ese calorazo ha de ser agotador) y lo inhabitual de la situación se les veía desbordados. No parecía que tuvieran respuesta a lo que estaba ocurriendo, porque pronto fueron más los sostenes que les lanzaron. Y el alcohol arreciaba y los bailes se hacían más salvajes, y las actitudes más desinhibidas. Una rusa más bien madura empezó a bailar al más puro estilo Boris Yeltsin y, se ve que estaba cómoda, se espatarraba en el taburete, y si tenemos en cuenta que llevaba un vestido corto, no hace falta ser muy listo para comprender que el espectáculo dejó de ser el escenario. Los pobres músicos estaban sobrepasados, pero metían leña al fuego con sus músicas y sus chistes (las miradas cómplices, guiños, risas y caras de incredulidad fueronla tónica en esta última parte).
Cita en el Bluesville con los Wonderbrass (hace tiempo que he perdido la cuenta de cuántas veces los he visto, y sé que no va a ser la última). Por una vez, y sin que sirva de precedentes, empezaron casi puntuales, lo cual anunciaba la formalidad que se empezó a manifestar en seguida. Estaban más serios de lo habitual y haciendo sonar sus instrumentos con virtuosismo. "Hoy vienen finos y con más ganas de tocar que de cachondeo", nos decíamos. Pero con tipos como estos, el cachondeo nunca falta, y pronto lo pusieron en marcha. La cosa empezó a desmandarse cuando proclamaron a un grupito de chicas como "las zorras" (no por nada especial, sino porque, cuando pedían al público que rugiera como un león, como una jirafa y como distintos animales extraños, al llegarle el turno a las zorras, ellas fueron las únicas que respondieron), con lo que los chascarrillos de los músicos fueron en buena parte dirigidos a partir de entonces. Los más memorables:
"Salvemos las ballenas, pero que se mueran todas las focas".
"Chicas inocentes es como Inteligencia Militar, son términos contradictorios".El calor iba aumentando en el local, hasta hacerse insoportable, porque la afluencia crecía y porque la música se iba acelerando. Con el funky empezó el desmadre, que en seguida paró porque era el momento de la pausa para ir a humedecerse un poco el gaznate.
Con la segunda parte de la actuación la cosa se salió de madre. Hasta el momento todo había ido según lo esperado: buena música, risas..., en fin, lo habitual. Pero ahora el público había bebido más y estaba más animado, sobretodo el sector femenino, que era mayoritario. La gente bailaba, y no tardó en volar por los aires un sujetador hacia el escenario. Los músicos, sorprendidos, bromearon un poco sobre el asunto, pero entre el cansancio (soplar con ese calorazo ha de ser agotador) y lo inhabitual de la situación se les veía desbordados. No parecía que tuvieran respuesta a lo que estaba ocurriendo, porque pronto fueron más los sostenes que les lanzaron. Y el alcohol arreciaba y los bailes se hacían más salvajes, y las actitudes más desinhibidas. Una rusa más bien madura empezó a bailar al más puro estilo Boris Yeltsin y, se ve que estaba cómoda, se espatarraba en el taburete, y si tenemos en cuenta que llevaba un vestido corto, no hace falta ser muy listo para comprender que el espectáculo dejó de ser el escenario. Los pobres músicos estaban sobrepasados, pero metían leña al fuego con sus músicas y sus chistes (las miradas cómplices, guiños, risas y caras de incredulidad fueronla tónica en esta última parte).
La guinda la pusieron dos mozas de muy buen ver, borrachas hasta decir basta, émulas de la Winehouse. Estas hicieron una petición calificada de absurda por Nacho Vegas, pero ellos accedieron, copntribuyendo a un final delirante y acorde con todo el desarrollo de la actuación:
Pueden imaginar ustedes cómo cantó el personal y el desmadre que se vivió allí dentro. Pero fue el final, y nos dejaron con la carcajada en la boca y ganas de más, desoyendo al personal, que pedía otra canción con insistencia. Entonces las dos jóvenes beodas se subieron al escenario a montar el numerito y a decir obscenidades por el micrófon, de donde tuvieron que ser desalojadas, no sin antes ser ovacionadas por el público masculino.
En fin, contado es difícil imaginarlo, había que estar allí, pero fue una actuación estupenda y divertida como pocas (y, repito, les he visto muchas veces), tocaron bien y estuvieron graciosos. ¿Se puede pedir algo más?.
Sobre lo de mis aspiraciones para los próximos años, sí, yo de mayor quiero ser Néstor Casas. El parecido físico dicen que lo tengo (con más tripa y menos pelo, pero me dicen que me parezco, será por la envergadura, la perilla, las patillas y esa barba de dos días), y ganas de cachondeo no me faltan. Sólo me hace falta una trompeta y su abultado número de seguidoras...
Y citando al propio Néstor al final de la actuación:
"Como dice aquel sabio proverbio chino: ¡A cascarla!"
Sobre lo de mis aspiraciones para los próximos años, sí, yo de mayor quiero ser Néstor Casas. El parecido físico dicen que lo tengo (con más tripa y menos pelo, pero me dicen que me parezco, será por la envergadura, la perilla, las patillas y esa barba de dos días), y ganas de cachondeo no me faltan. Sólo me hace falta una trompeta y su abultado número de seguidoras...
Y citando al propio Néstor al final de la actuación:
"Como dice aquel sabio proverbio chino: ¡A cascarla!"
11 comentarios:
¡Qué nochecita, amigo Pez! Y tuvo, como dice, dos caras: en la primera, más seriedad y virtuosismo, con Nacho Vegas enganchado al saxo (no es Coltrane, pero a ratos lo parecía), y en la segunda el desmadre. Pero no sólo contribuyó a eso el alcohol, sino determinadas ctónicas allí presentes que pusieron al personal masculino al borde del infarto.
Lo de la rusa fue de traca, menudo personaje alucinado y estrambótico. En uno de sus momentos más zumbados les gritaba a los músicos: "¡menos hablar, más música!", o algo así, a lo que el gran Néstor contestó: "¡¡seguridad, seguridad!!".
Momento estelar, cuando las 'zorras' (al final preferían que las llamaran 'ballenas' antes que zorras), creo que un grupo no muy joven de asturianas, dieron la espalda al escenario, en respuesta a las palabras de Néstor.
Yo de mayor también quiero ser como el gran Néstor (por lo que parece, la de ctónicas que han pasado por su entrepierna), pero, a diferencia de usted, que es un Adonis, me parezco poco. Soy bajo y más feo que una gárgola, y encima soy soso, así que mala suerte.
shalom
PD: nota para la Musa: Palitos se presentó con una insólita melena. Y yo que pensaba que era calvillo el chico, pues siempre iba rapado y con un gorrete que le tapaba parte de la calva. Apuesto a que debe haber roto con su novia, de ahí el cambio de look.
JJAJAJAJAJAJAJA!!!!! ME PARTOOOO!!!
La verdad es que he de admitir que Nestor es muy gracioso y ya recibí yo en su día dedicatoria... me parece que fue hace como cuatro años... hubo bastante cachondeito porque tras dedicar la canción "a esa chica de Huesca que anda hoy por aquí" se puso a cantar... "I'm just a gigolo..." estuvo divertido aunque esa noche no se montó tanto mogollón como el que has contado.
Ahora bien, de aquí a querer ser de mayor como Nestor... mmm...
Por cierto, que el chaval ha adelgazado, para haberle visto hace ocho años... así que lo de la panza que no te preocupe.
Sí, Néstor ha adelgazado por la causa que todos estamos imaginando.
La rusa, Pens, la rusa, yo de mayor quiero ser como ella. Quiero bailar como ellas y hablar tal y como lo hacen ellas: "tú lo que quierrrrrrres es almeja pelada" (yo me entiendo).
Horrach, pues creo que la rusa esa era "almeja pelada", que yo al menos no le vi asomar ningún pelillo (aunque bueno, con mi mala vista y la niebla del bluesvile a lo mejor se me pasó alguno...). Y no sea usted tan humilde, que no por nada es usted conocido en determinados círculos como "el George Clooney mallorquín". Ni usted es tan gárgola ni yo tan Adonis, lo dejamos en ser del montón, y que cada cual escoja si del montón guapo o del feo.
Pensadora, el numerito de la dedicatoria es un clásico (ahora, me tienes que decir cómo es que sabían de tu presencia allí). Sin ir más lejos, a mi también me dedicaron la misma canción, pero con el agravante de que dijeron que yo era la madre de Néstor (por lo del parecido, más que físico, esquemático), y porque, según dijeron ellos, me dedico a lo mismo que él (es decir, giggolo). No veas las risas que nos echamos (la verdad es que se han metido varias veces conmigo y con mi grupo, supongo que porque les seguimos el juego y ven que hay cachondeíto).
Y sobre la tripa, he aquí un video en el que sale con su antiguo grupo, La Gran Orquesta Republicana (¿los conoces?) enseñando panza (el video tiene algo más de cuatro años):
http://es.youtube.com/watch?v=JIB03QRfTpQ
Y este otro, más antiguo aún, en el que se le puede ver fugazmente, al final, ¡con melena!:
http://es.youtube.com/watch?v=ZnET_63OMiA&feature=related
Y sí, musa, si lee usted esto, pues que sepa que el cambio de look de palitos, sin ser espectacular, es notable. Fíjese que de de entrada pensé que habían cambiado al batería...
Un saludico.
Jejeje! se abre el misterio... ¿me conoce alguno de los componentes de wonderbrass? ¿conocía yo a la gran orquesta republicana? ¿qué tiene que ver una zagala de huesca con todo esto? tachaaaaannn!!!.
Dejaremos el misterio para otro rato que no son horas...
jejeje!
Pues habrá que ir aclarando esos misterios, porque mi imaginación es muy viva y truculenta y no sabes la de posibilidades que se me pueden ocurrir... Eso y que no me gusta que me tengan sobre ascuas.
Vamos, salvo que se trate de algo que no se pueda decir así en público...
Uuuuffff!!! querido pez, que es una historia muy larga, ya se la contaré en persona que es más cómodo.
Me temo lo peor...
O lo mejor... a saber. Ya le dije que conozco mucha gente en Mallorca.
Esto parece un secreto de Estado. Seguro que Marivent está en el ajo, Néstor Casas es un traficante de armas palestino, los Wonders polis de paisano infiltrados para detenerlo y nuestra Pens es Mata Hari in person...
Jejeje Horrach! has dado de lleno!
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