jueves, 29 de mayo de 2008

Mi frustración musical


Una de mis frustraciones más queridas es la de no haber recibido una formación musical adecuada. Lamento no saber tocar ningún instrumento. Nadie me apuntó al conservatorio cuando niño, y la asignatura de música era una de las "Marías" del colegio, lo cual se ha traducido en un desconocimiento muy lamentable de teoría musical (y de práctica también). Y eso, a mi, que una de las cosas que más me gusta de este mundo es la música, me apesadumbra. He intentado aprender, de forma autodidacta, a tocar algún instrumento, pero siempre acabo dejándolo.

A propósito de lo dicho, me gustaría plantear ese estatus de "María" de la música en nuestro sistema escolar. Como la música ocupa un lugar lúdico en nuestra sociedad, parece que esa asignatura es una especie de recreo, de interludio para poner entre matemáticas y lengua, para que los niños cantes y se distraigan un poco. Es una materia de esas de relleno. Creo que es un error. Antes de ser un negocio y un bien de consumo más, la música ocupaba un lugar central en la vida de la sociedad, y estaba asociada a sus rituales y momentos especiales, y no como un anexo o acompañamiento (a modo de hilo musical), sino como una de sus partes más importantes, como algo sin lo cual no existiría el rito, ni la sociedad misma.

La música es fundamental en nuestras vidas, aunque no la percibamos así y como tal debería serlo en la formación de nuestros niños. Pero no vamos a pedirle peras al olmo.

5 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Estoy de acuerdo con usted: la música se ha reducido a su vertiente lúdica, dejando de lado la significación profunda que tiene, su vinculación con lo absoluto y lo sagrado. Menos chiki-chikis y más Bach.

PENSADORA dijo...

Pos mire usted! le doy la razón.
A mí me pasa lo propio, siendo una amante de la música, tampoco toco ningún instrumento. Empecé guitarra pero enseguida lo dejé.
Pero como bien dije en uno de mis post, siempre se está a tiempo... así que...

El Pez Martillo dijo...

Me alegra saber que hay más gente que piensa como yo respecto a esto.

Horrach, lo lúdico también forma parte de la vida, no hay que desplazarlo. Pero claro está, que tampoco se puede desplazar lo sagrado y lo absoluto, como sí se hace en esta época. Además, desde siempre, lo lúdico era una forma más de acceso a lo sagrado, una excusa más en paralelo a los rituales "serios" (al menos en épocas en las que no había eso del "tiempo libre").

Pensadora, cuando puedo, y de forma muy irregular, hago mis pinitos con la armónica (de ahí la foto), pero soy consciente de que nunca llegaré a un gran nivel, aunque bueno, poco a poco vamos avanzando (por ahora hago la parte de armónica de "like a rolling stone").

Johannes A. von Horrach dijo...

No creo que lo sagrado, simplemente, se haya desplazado hoy en día. Sigue funcionando, pero ens us formas más clausuradas, es decir, sacrificiales. Eso sagrado que hay que levantar escapa a estas clausuras.

Ahh, se me olvidaba: a un servidor también le jode no tocar más intrumento que la zambomba mallorquina. Mi favorito era el piano, pero ni tuve la oportunidad de descubrir si tenía talento o no. En mi familia estas cosas se consideraban ajenas a la razón. En fin.

Mesa para Uno dijo...

No te sientas así.El destino lo habrá dictado de esa manera.Yo toco varios instrumentos hago mi propia música.Siempre en contra de mi familia sin apoyos;no hay nada peor que tocar desde hace años y plantearte si es un absurdo.Los músicos no somos valorados,hay que invertir mucho tiempo,dinero y estudio para lograr hacer cosas en condiciones y después?No importa que toques o no como Chopin,lo importante es que lo que hagas te haga sentir bien.Eso sí,si pretendes alcanzar un nivel y tienes mujer e hijos la cosa se complica,la música es peor que estudiar una ingeniería.Saludos desde bcn.