domingo, 18 de mayo de 2008
Exigente
Escribir es algo más que juntar palabras con un coierto sentido. En mi modesta opinión, hay que añadirle un plus, poner algo ahí, dejar una huella (que no tiene porqué ser subjetiva). Los textos han de latir, han de transmitir un pathos. En lugar de explicar y cerrar, su tarea consiste en abrir. Abrir espacios, heridas, desvirgar sendas y problemas. Si al leer algo no siento esa punzada, esa apelación, pierdo el interés rápidamente, e incluso las letras impresas me parecen incomprensibles, aunque estén ordenadas según un idioma que pueda descifrar. Antes me obligaba a terminar de leer todo lo que empezaba. Ahora ya no, y no me importa dejar libros a medias si no logran decirme nada. Hay mucho por leer, y no hay mucho tiempo. Hay que ser cuidadoso con la selección de lo que se lee. Puede que el problema sea yo, que hoy y ahora no estoy receptivo para según que obras. Puede ser. Ya lo probaremos más adelante, si vale la pena.
Ya no leo para entretenerme. Para eso hay muchas otras actividades. Leo para desgarrarme, para sentir la estimulante inseguridad de la zozobra existencial. Y para eso no vale cualquier cosa.
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5 comentarios:
Le he estado dando algunas vueltas a esto que hablamos la otra noche (rodeados de sirenas, y nosotros a nuestro rollo filosofero, jajajaj). La única pega (ya sabe que algunos me llaman Mr Pegas) es el nombre, porque no sé si a esto lo llamaría yo 'pathos existencial'. Decíamos que esto no lo vemos, usted y yo, en deleuze, por ejemplo, pero sí en heidegger y en Derrida. Tasmbién veo en Marzoa esto que te agarra y que hace que sientas algo esencial. Pero dudo de que ese algo deba relacionarse con lo existencial. Marzoa no me aporta nada a mi vida personal, pero siento que en lo que escribe late algo profundo, que está más allá de lo que yo pueda sentir. Es un mecanismo, una estructura, más compleja.
saludos
Acepto el matiz. Por cierto, ¿sabe de quién es la mano? ¿Y cuál es el libro y en qué páginas está abierto?.
Pues la mano, a la que conozco muuuuuuuuuy bien, es la de usted, claro, aunque al libro no lo distingo. Veo que cita los Beitrage, pero no sé.
La mano la conoce muuuuy bien, pero de vista, que luego la gente sacará extrañas conclusiones... Sí señor, ahí están mis míticos dedos, los más famosos al sur del Torrent Gros.
Desgraciadamente, la foto no ha quedado muy clara (está tomada con un teléfono móvil) y no se puede ver el nombre que hay en la parte de arriba de la clase, un nombre que le resultaría muy familiar. Una pista: es un personaje real y al mismo tiempo de ficción.
Un saludo.
Pues sigo sin caer. Veo que se cita también a JL 'Richard Gere' Molinuevo.
Sus manos son inconfundibles. Sobre todo porque, grandes como son, tienen unas muñecas gruesas. Las mías (para mis fans: tengo manitas de mujer) son más huesudas.
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