Hoy voy a dejarme llevar por una pataleta provinciana. Y es que ya clama al cielo el olvido sistemático al que las Baleares son sometidas por parte de los medios. Hace ya tiempo que estamos acostumbrados a que el hombre del tiempo se ponga encima de nosotros cuando informa del parte meteorológico, habiendo días en los que cuesta saber qué tiempo tendremos para el día siguiente (de todas formas, da igual, fallan más que una escopeta de feria). Hasta la lleghada de esos estupendos partes por regiones y de las televisiones autonómicas, había días en los que ni siquiera era posible verse en el mapa. Pero no acaba ahí la cosa, porque a la hora de, cuando es fiesta en parte del país, enumerar las comunidades en las que es fiesta, lo más habitual es que a las Baleares no se las cite. El colmo fue el otro día, con la cosa esta de la gripe (algo sobre lo que habría que hablar largo y tendido) cuando, teniendo un par de casos sospechosos en mi flamantísimo hospital, se enumeraron todos los que había en España por comunidades autónomas. Pues a lo mejor no me he enterado y hemos dejado de ser España, pero en algunas cadenas nacionales dieron la lista (X en Valencia, Y en Cataluña, Z en Castilla la Mancha...) y ni rastro de las Islas Baleares.
Siempre me ha gustado esto de estar en la periferia del país y como medio en la sombra (eso de que sólo se hablara de nosotros para informar de las vacaciones del rey era reconfortante, pero ya ni eso, porque la creciente presión sobre la población cuando vienen los monarcas es algo sobre lo que también hay que hablar), por la tranquilidad que otorgaba. No pido ser el centro de atención ni mucho menos, pero ya está bien de no tenernos en cuenta cuando hay que contar con nosotros. Que la moral territorial puede empezar a resentirse (de hecho, en cada vez más ámbitos no es extraño oír hablar del resto de España como "el país de al lado" o, simplemente, de España, como algo ajeno, como esos familiares a los que se ve muy de tanto en tanto, que sí, que son familia, pero que en realidad son unos extraños).
Hala, ya me he aliviado un poco por hoy.
Siempre me ha gustado esto de estar en la periferia del país y como medio en la sombra (eso de que sólo se hablara de nosotros para informar de las vacaciones del rey era reconfortante, pero ya ni eso, porque la creciente presión sobre la población cuando vienen los monarcas es algo sobre lo que también hay que hablar), por la tranquilidad que otorgaba. No pido ser el centro de atención ni mucho menos, pero ya está bien de no tenernos en cuenta cuando hay que contar con nosotros. Que la moral territorial puede empezar a resentirse (de hecho, en cada vez más ámbitos no es extraño oír hablar del resto de España como "el país de al lado" o, simplemente, de España, como algo ajeno, como esos familiares a los que se ve muy de tanto en tanto, que sí, que son familia, pero que en realidad son unos extraños).
Hala, ya me he aliviado un poco por hoy.
2 comentarios:
JAJAJA!!! habrá que montar una plataforma como la que hizo Teruel, tipo "BALEARES EXISTE!"...
En fin Pez, que a veces casi mejor no "estar" mucho, pero sí, clama al cielo, sobre todo el asunto de la gripe esta asunto que, por cierto, seguro tiene más tela de la que vemos... ¡como siempre!.
En fin...
Si no fuera por Rafa Nadal... (aunque para un paranoide como servidor, es posible que se la haga tanto caso por ser forofo del Real Madrid...). El colmo fue el otro día cuando, en el Telediario, hablaron de una supuesta iniciativa del ayuntamiento de Palma, y lo que salió fue Bunyola (el tema geográfico también es terrible, es común que se confunda el nombre de la ciudad con la isla). En fin.
Lo de la gripe es muy extraño. Y la tela que hay que cortar no es tanto por la gripe en sí (que parece que es un puro bluff) como por el tratamiento que se está haciendo del asunto. Eso sí que clama al cielo.
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