martes, 5 de agosto de 2014

De confesiones y engaños

Cuando alguien confiesa un engaño, puede que sea un arrepentimiento sincero el que lo mueve a dar el paso, y en efecto es lo que nos quiere hacer creer. Pero teniendo en cuenta que ha estado tiempo hurtándonos la verdad y administrándola, no es descabellado que ahora que la desvela, sea por pura estrategia y en busca de sacar algún beneficio. Por lo demás, ¿porqué tendríamos que creer a alguien que nos dice que nos ha mentido?.

3 comentarios:

PENSADORA dijo...

Mentira y traición.

Siempre he pensado que la mentira, en su contexto cruel (no en la mera ocultación de hechos), en el contexto de manipulación, es una terrible traición. Creo que es una manera de coartar la libertad de la persona engañada.

Creo que quien confiesa una mentira más que arrepentido, suele estar avergonzado porque le estén a punto de pillar o simplemente necesita un lavado de conciencia o de imagen.

El Pez Martillo dijo...

Pos eso, que confiesa por estrategia.

PENSADORA dijo...

Sastamente!!