lunes, 18 de agosto de 2014

El triángulo del abandono

Vivo en un triángulo formado por tres lugares emblemáticos de la ciudad, de esos que dan peso y densidad al barrio en el que se localizan: un cuartel, una prisión y un puticlub. En principio no es nada destacable, ya que se puede establecer cualquier triángulo a partir de sitios con cierta aura. Si no fuera porque estos tres están abandonados. Los años comban sus tejados, sus ventanas están rotas, y los grafiteros han dejado sus firmas en ellos. Pero dentro están vacíos, repletos de ecos del servicio militar, de penas justas o no, de polvos y juergas más o menos memorables, del sufrimiento de los jóvenes que pasaron una mili desgraciada, de los presos que padecieron malos tratos (de sus compañeros o de los funcionarios, quién sabe), del asco que sintieron las putas al tener que satisfacer a según qué clientes. Todo eso te llama cuando pasas por al lado, y se siente una densidad especial en su cercanía. Y todo, a unos pocos centenares de metros de casa por tres frentes distintos, vivo rodeado de esta espesura. 

PD: no puedo evitar comentar un hecho jocoso acerca de club de alterne, que fue el más popular y lujos de Palma, sobre el que se hacían mil chistes y comentarios. Resulta que cuando cerró, pasó a ser un restaurante al que pusieron de nombre "La sardina de Mallorca".  

No hay comentarios: