sábado, 2 de agosto de 2014

A la contra

A día de hoy, que te llamen reaccionario, es casi un halago. Significa que no estas en su onda, en la de los que los que ansían colgarte un sambenito y tener claras algunas cosas sobre los otros, para así estar más seguros ellos. Es una vía, digamos, natural y sencilla, pero es muy peligrosa, porque siempre hay una insatisfacción, porque la realidad se empeña en contradecir las seguridades y tarde o temprano decepcionamos a alguien, que, en su autoconciencia (y autocomplacencia) es lo más de lo más, se ve la obligación de reprenderte. Por lo que los reaccionarios, los que reaccionan (con desagrado y de forma acusatoria y para crear un constraste), en sentido estricto, son ellos. 

2 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

¿Quién le ha llamado 'reaccionario', amigo? A mí lo último que me ha caído, además de 'mercenari' (ya sabe, según qué especímenes no entienden que los demás piensen diferente. Por eso necesitan consolarse imaginando que les pagan, claro) ha sido "fatxa gonella"...

El Pez Martillo dijo...

Nadie me ha llamado reaccionario, no al menos directamente o que yo sepa, ya que procuro no relacionarme demasiado con ese tipo de gente (se les ve venir a leguas de distancia), y si lo hago, no entro en temas en los que podría caer en sus trampas, más que nada por pura pereza, ya que es agotador discutir con estos tipos, ya lo sabe usted bien. Es solo una reflexión general viendo el panorama.